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Objetivo 8: Fomentar una alianza para el desarrollo

  • La crisis económica pasa factura al objetivo de llegar a la meta del 0,7%
  • Baja la deuda externa pero no se eliminan los aranceles

Ver también: Ver también: Especial Objetivos del Milenio

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El octavo y último Objetivo de Desarrollo del Milenio está compuesto de cuatro metas: atender las necesidades especiales de los países menos desarrollados, los países sin litoral y los pequeños estados insulares en vías de desarrollo; continuar desarrollando un sistema comercial y financiero abierto, basado en reglas establecidas, predecible y no discriminatorio; lidiar en forma integral con la deuda de los países en vías de desarrollo; y en cooperación con el sector privado, hacer más accesidble los beneficios de las nuevas tecnologías, especialmente las de información y comunicaciones.

A pesar de la crisis económica,  la ayuda sigue aumentando, pero África no la recibe en su justa medida.  Se calcula que la ayuda a África aumentará sólo unos 11 mil millones de dólares de EE.UU., de los 25 mil millones previstos en la Cumbre de Gleneagles, debido principalmente al incumplimiento por parte de algunos donantes europeos que prometen destinar gran parte de su ayuda a África.

Meta 1: Necesidades especiales de algunos países

Por parte de la mayoría de los donantes, la ayuda sigue estando por debajo de la meta de las Naciones Unidas de 0,7% del ingreso nacional bruto. En 2009, los únicos países que cumplieron con esa meta o la superaron fueron Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Noruega y Suecia. Los donantes más importantes, por orden decreciente de volumen, fueron EE.UU., Francia, Alemania, Reino Unido y Japón.

De entre los países de la Unión Europea, está previsto que este año sólo algunos alcancen o superen el objetivo que acordaron en 2005: un total del 0,56% del ingreso nacional bruto colectivamente, y al menos 0,51% por país.

Suecia, Luxemburgo, Dinamarca, Holanda, Bélgica, Reino Unido, Finlandia, Irlanda y España lo alcanzarán o superarán,  mientras que Francia, Alemania, Austria, Portugal, Grecia e Italia no lo lograrán.

Meta 2: Sistema comercial y financiero abierto

Durante la pasada década, los países en vías de desarrollo y los menos desarrollados han logrado un mayor acceso a los mercados de los países desarrollados. Un hecho que se atribuye principalmente a la eliminación de tarifas según la claúsula de "Nación más favorecida", especialmente antes de 2004.

Los países menos desarrollados se benefician más por las reducciones de tarifas, especialmente en sus productos agrícolas. Aún así, los aranceles siguen siendo elevados para los textiles.

Meta 3: Deuda en los países en vías de desarrollo

La carga de la deuda disminuyó para los países en vías de desarrollo y continúa muy por debajo de sus niveles históricos. Cuarenta países reúnen las condiciones necesarias para que se alivie su deduda, según la iniciativa 'Países Pobres Muy Endeudados'.

Un mejor manejo de la deuda, la expansión del comercio y, para los países más pobres, un alivio sustancial de la deuda, han reducido la carga del servicio de ésta.

Meta 4: Acceso a las nuevas tecnologías

A pesar de la reciente caída económica, el uso de las tecnologías de telecomunicaciones sigue creciendo en todo el mundo, incluso en los países en vías de desarrollo, donde para fines de 2009 la expansión de la telefonía móvil había superado el 50%.

Internet sigue siendo inaccesible para la mayoría de los habitantes del planeta.  A pesar de que su uso sigue expandiéndose, lo hace a un ritmo muy lento. A fines de 2008, el 23% de la población mundial (1.600 millones de personas) usaba Internet. En los regiones desarrolladas sigue siendo mucho más alto que en los países en vías de desarrollo, en los que sólo 1 de cada 6 personas utiliza Internet.

La brecha entre quienes cuentan con conexión de alta velocidad a Internet, la mayoría en países desarrollados, y los usuarios que utilizan conexión telefónica. El obstáculo para que más gente tenga acceso a Internet en los países en vías de desarrollo es la limitada disponibilidad de redes de banda ancha. 

A fines de 2008, la penetración de la banda ancha en los países en vías de desarrollo era, en promedio, de un 3%, estando además muy concentrada en unos pocos países como, por ejemplo, China.