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Barclays y la banca francesa ocultaron parte de sus carteras de deuda a las pruebas de solvencia

  • Así lo reitera una información de The Wall Street Journal
  • Como ejemplo, el diario económico especifica el caso de Barclays Bank

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El banco británico Barclays declaró durante las pruebas de solvencia una cartera de deuda soberana de Italia de 787 millones de libras esterlinas, una cantidad inferior en 4.700 millones a la real. Igual hizo con la deuda de España, que estimó entonces en 4.400 millones de libras, lo que recortaba en 1.600 millones su verdadera cartera de bonos españoles. Éste ejemplo sirve a The Wall Street Journal (WSJ) para denunciar una vez más la debilidad de los test de resistencia a los que se sometieron 91 entidades financieras europeas.

Según este diario económico, los test de estrés "subestimaron las carteras de deuda soberana de alto riesgo de algunas entidades", con lo que la publicación pone en entredicho el ejercicio de transparencia que pretendían los supervisores europeos.

Estas informaciones han resonado con fuerza en todas las bolsas europeas  y en Wall Street, donde los valores financieros han caído con  fuerza y arrastran a los índices internacionales. El Ibex 35 español ha caído un 1,35%, con lo que pierde el nivel de los 10.500 puntos.

Los temores de los mercados también se han dejado sentir sobre las primas de riesgo que pagan los países por colocar su deuda soberana, y eso después de que el verano hubiese relajado los mercados de bonos, ya que algunos de los Estados europeos más cuestionados por los mercados durante la crisis de la deuda -como España o Grecia- no han tenido problemas para captar fondos a través de distintas emisiones de deuda.

El diferencial entre la rentabilidad que ofrece España y la que paga Alemania -cuyos bonos a diez años sirven de referencia europea- se ha situado en 183 puntos. Pero el peor dato es el de Irlanda, que ha visto dispararse ese diferencial hasta los 356 puntos, un récord histórico.

No cuadran las cifras

Este diario de ideología liberal señala que "los niveles de deuda contabilizados en las pruebas de resistencia difieren, a veces por un amplio margen, de otros recuentos internacionales".

Así, reproduce en un gráfico cómo los bancos franceses analizados redujeron sus 34.700 millones de euros en deuda española registrados por el Banco de Pagos Internacionales, a tan sólo 6.600 millones que aparecen en las pruebas de solvencia. Igual hicieron con las obligaciones griegas y portuguesas.

"Es imposible determinar el número de instituciones que excluyeron de sus informes parte de esas inversiones", asegura WSJ, quien cita fuentes de los propios bancos al destacar que las entidades "se limitaron a seguir las directrices dadas por el Comité de Supervisores de la Banca Europea (CEBS), organismo encargado de coordinar las pruebas de solvencia.

WSJ señala que el CEBS no ha querido pronunciarse sobre estas denuncias.

El pasado mes de julio, otro diario económico, Financial Times, ya publicó que seis de los 14 bancos alemanes que se sometieron a las  pruebas de solvencia no detallaron su cartera de deuda soberana.

Según el Financial  Times, los bancos que no cumplieron el compromiso de facilitar  toda la información para calibrar su capacidad de respuesta a una  eventual nueva recesión fueron el Deutsche Bank, el Hypo Real  Estate, el Landesbank Berlin, el Postbank, y los grupos DZ y WGZ.

Recaen todas las bolsas internacionales

Con estas noticias sobre la mesa, los mercados bursátiles vuelven a temblar por las dudas sobre los bancos europeos. Todos han cerrado con caídas moderadas, lastradas por el sector financiero, el más castigado de la sesión de este martes.

En el índice selectivo europeo, el Eurostoxx50, las ocho mayores caídas han correspondido a entidades bancarias: Société Génerale, Crédit Agricole,  ING, Unicredito,  Deutsche Boerse, BNP Paribas, BBVA  e Intesa.

También ha repercutido en las cotizaciones la reunión del Ecofin en  Bruselas, donde se ha debatido la adopción de nuevas tasas sobre el  sector financiero, y la debilidad en los pedidos a fábrica de los  empresarios alemanes (este martes se ha publicado que retrocedieron un  2,2% en julio), que apuntala los temores a una recaída de las economías  occidentales.