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Caos político en Holanda y Bélgica al fracasar los intentos para formar sus respectivos gobiernos

  • La financiación de la región de Bruselas estanca el acuerdo en Bruselas
  • En Holanda no se ha logrado una coalición basada en la confianza

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El presidente de los socialistas francófonos, Elio Di Rupo, en una rueda de prensa.
El presidente de los socialistas francófonos, Elio Di Rupo, en una rueda de prensa.

Bélgica se ve abocada al abismo político en plena Presidencia de la Unión Europeaal fracasar las negociaciones para formar un nuevo Gobierno tras tres meses de diálogo, según han confirmado los partidos flamencos y francófonos implicados. 

El encargado de dirigir los contactos, el líder socialista francófono,  Elio Di Rupo, ha acudido al Palacio de Laeken para presentar al rey  Alberto II su renuncia al encargo de formar Gobierno.

Mientras, Holanda sigue el mismo camino debido a la pérdida de confianza  entre los partidos que se habían mostrado dispuestos a formar  coalición.

Bruselas, fuente de conflicto

En Bélgica, Di Rupo, que tiene  previsto ofrecer una conferencia de prensa esta tarde para explicar la  situación, ya intentó presentar su renuncia el pasado domingo pero el monarca le convenció para que intentase llegar a un acuerdo en una última reunión, que es la que ahora ha fracasado.

Aunque el líder socialista ha presentado la renuncia, el rey aún no ha desvelado si la acepta o no.

"Las negocaciones han fracasado", ha indicado el periódico francófono Le Soir,  mientras que el flamenco De Standaard ha afirmado que "los negociadores se han marchado sin acuerdo" en una reunión que se calificaba como la última oportunidad para un acuerdo.

"El N-VA rechaza que las posiciones de flamencos y francófonos no se puedan aproximar. Por tanto un compromiso es aún posible", ha declarado en un comunicado Bart De Wever, líder de este partido separatista flamenco, el más votado en las elecciones del pasado 13 de junio, que considera las onversaciones "una oportunidad perdida".

La falta de acuerdo se debe a las desavenencias entre los partidos flamencos y francófonos sobre la financiación de la región de Bruselas dentro del conjunto del marco económico entre el Estado federal, las regiones y las comunidades lingüísticas del país.

Las últimas propuestas de Di Rupo y de los socialistas flamencos (SPA) parecen no haber satisfecho al partido nacionalista N-VA, incluso a pesar de los intentos de convencerle por parte de los democristianos flamencos (CDV).

Di Rupo había advertido a comienzos de semana que si no era posible un acuerdo entre las formaciones francófonas y flamencas, "las partes que se nieguen a un compromiso equilibrado van a lanzar a nuestro país a la aventura,  al caos político".

Falta de estabilidad en la alianza holandesa

Y ya en Holanda, las negociaciones para formar un Gobierno de derecha han fracasado porque el partido antimusulmán de Geert Wilders ha perdido la confianza en los democristianos (CDA).

El líder de los liberales (PVV), Mark Rutte, que lidera el proceso de formación de Gobierno, ha asegurado durante una rueda de prensa que los antimusulmanes (VVD) consideran que el CDA no es "suficientemente estable" como para proseguir las negociaciones.

El CDA, que esta semana ha tenido una crisis interna por las dudas que genera una cooperación con Wilders, lleva poco más de tres semanas negociando con los liberales (vencedores de las elecciones de junio) para formar un Gobierno de coalición con el apoyo parlamentario de los antimusulmanes