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La ONU pide 71 millones de dólares para las víctimas del conflicto étnico en Kirguizistán

  • "Hay escasez de alimentos, agua y electricidad", ha dicho Ban Ki-moon
  • La ONU cifra en un millón los afectados por la ola de violencia

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Uzbekos abandonan Uzbekistán por una zona fronteriza a 7 kilómetros de la ciudad de Osh, en Kirguizistán.
Uzbekos abandonan Uzbekistán por una zona fronteriza a 7 kilómetros de la ciudad de Osh, en Kirguizistán.

La ONU ha solicitado con carácter urgente a los donantes internacionales unos 71 millones de dólares para atender las necesidades básicas de cerca de un millón de damnificados por el brote de violencia en el sur de Kirguizistán.

"Hay escasez de alimentos, agua y electricidad en las áreas afectadas a causa de los saqueos, la falta de abastecimiento y las restricciones a la libertad de movimiento", ha dicho en una rueda de prensa el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

El máximo responsable de las Naciones Unidas también ha expresado su preocupación por el riesgo de que se agoten las medicinas en los hospitales y en otros centros de salud.

300.000 personas desplazadas

Asimismo, ha recordado que unas 300.000 personas han sido desplazadas por la violencia y otras decenas de miles tratan de cruzar la frontera con el vecino Uzbekistán, que ya ha recibido a 100.000 refugiados.

"Las agencias de la ONU, como ACNUR o el Programa Mundial de Alimentos, se han movilizado para coordinar y proporcionar la asistencia a los damnificados", ha dicho.

El subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, el británico John Holmes, ha sido el encargado de trasladar a los países donantes la petición de fondos para la crisis kirguís, durante una reunión en la sede de la ONU.

"La violencia ha disminuido en los últimos dos o tres días, pero la situación sigue siendo volátil y tensa, y muchas personas permanecen atrincheradas en sus barrios o casas, temerosos de salir", ha resaltado el diplomático británico.

Holmes ha agradecido la movilización de recursos para atender a los afectados por el brote de violencia entre kirguís y uzbekos, que se calcula afecta a cerca de un millón de personas.

La prioridad, restaurar el orden

Al mismo tiempo, ha reslatado que la prioridad es la restauración del orden y el cese de la violencia, para que las agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias puedan acceder a las zonas donde se han producido los peores actos de violencia.

Los 71 millones de dólares que solicita el organismo mundial servirán para proporcionar atención de emergencia durante seis meses al millón de afectados, entre los que están los desplazados por la violencia en el interior del país.

En ese aspecto, Holmes ha resaltado que la ONU prepara una solicitud de ayuda adicional destinada a los 100.000 refugiados que han huido a Uzbekistán, de los que 80.000 están en campamentos improvisados.

Casi 200 muertos

Al menos 191 personas han perdido la vida en los enfrentamientos que estallaron el pasado 11 de junio, aunque la presidenta interina kirguís, Rosa Otunbáyeva, ha declarado en una visita a la ciudad de Osh, epicentro de la violencia, que habría que multiplicar por diez esa cifra.

La ONU, así como EE.UU. y otros países, han pedido una investigación para aclarar la causa de este brote de violencia, que el Gobierno kirguís atribuye a partidarios del depuesto presidente Kurmanbek Bakíev, refugiado en Bielorrusia y cuya extradición reclaman las autoridades de Biskek.

Kirguizistán, con una superficie de 198.500 kilómetros cuadrados, tiene un población de 5,3 millones de habitantes, de los que cerca del 14% son uzbekos, que residen mayoritariamente en el suroeste del país, la región sacudida por la ola de violencia.