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Liberada la estudiante francesa acusada de espionaje por Teherán

  • Clotilde Reiss vuela hacia París, donde la recibirá Sarkozy
  • Sus penas de cárcel se han conmutado por una multa de 230.000 euros
  • París ha liberado a un ingeniero iraní cuya extradición pedía Washington

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La joven francesa Clotilde Reiss acusada de espionaje en Irán, ha sido liberada y viaja ya camino de París, donde se espera que sea recibida el el Elíseo por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, sobre las 13 horas.

En un comunicado, la Presidencia francesa ha anunciado a primera hora de este domingo que Reiss se dirigía hacia su país en un avión oficial francés al que había subido en la capital de Qatar, Dubai. Hasta allí había llegado procedente de la capital iraní, Teherán, en un vuelo comercial de la aerolínea de los  Emiratos Árabes Unidos.

El Elíseo también ha indicado que Sarkozy recibirá a la joven estudiante de 24 años, junto a su familia, a las 13.00 horas.

El sábado, las autoridades iraníes le devolvieron a la joven el pasaporte y la dejaron salir del país, después de dictar contra ella dos penas de cinco años de prisión que han sido conmutadas por una multa de unos 230.000 euros, una cantidad que coincide con la fianza que ya se había abonado a su salida de la cárcel el pasado 16 de agosto.

Reiss fue detenida el 1 de julio de 2009 -cuando iba a volver a Francia después de haber terminado un curso en la universidad de Isfahán- y estuvo encarcelada durante mes y medio, acusada de haber participado en las manifestaciones de junio de 2009 contra el régimen iraní.

El tribunal iraní que la juzgó la encontró culpable de esos cargos, pero permitió su traslado a la Embajada de Francia en Teherán, donde ha permanecido en arresto domiciliario mientras se buscaba una salida a su caso, que ha envenenado las relaciones entre Irán y Francia durante los últimos diez meses.

Intercambio de prisioneros

El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, había vinculado en septiembre la posible liberación de la estudiante francesa con su intercambio por otros iraníes detenidos en Francia.

Aunque no se ha reconocido oficialmente, la respuesta de París llegó el pasado 5 de mayo, cuando el Tribunal de Apelación de París rechazó por falta de pruebas la demanda de extradición de Estados Unidos sobre el ingeniero iraní Majid Kakavand, acusado por Washington de participar en el programa nuclear del régimen de Teherán.

Así, Kakavand pudo regresar a Irán el pasado viernes, desde donde se agradeció la "independencia de la justicia francesa". El ingeniero iraní había sido arrestado en Francia el 20 de marzo del pasado año a petición de Estados Unidos, que lo vincula con la violación del embargo a Irán sobre materiales sensibles.

En concreto, según Washington, este ingeniero de 37 años es sospechoso de comprar a empresas estadounidenses componentes electrónicos e instrumentos de medida que pudieran utilizarse en el programa nuclear iraní, que buena parte de la comunidad internacional considera que tiene como objetivo dotarse de la bomba atómica.

La segunda pieza del contencioso es Ali Vakili Rad, encarcelado desde hace 18 años en Francia, donde fue condenado a cadena perpetua por el asesinato en 1991 en París del último primer ministro del Sha de Irán, Chapur Bajtiar.

El próximo martes, el Tribunal de Apelación de Penas debe pronunciarse sobre la demanda de liberación condicional de este hombre, una decisión que depende de una orden de expulsión de Francia que debe firmar el ministro del Interior, Brice Hortefeux.