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Cameron y Clegg pasan de "rivales a colegas" para formar un Gobierno que "durará"

  • Los líderes conservador y liberal exhiben su complicidad en Downing Street
  • Se definen como Gobierno "liberal-conservador" y su prioridad será el déficit
  • Cameron ataca la herencia económica "terrible"dejada por Brown

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Gobierno de coalición entre conservadores y liberales en el Reino Unido

Puntos principales del programa de Gobierno liberal-conservador:

  • Habrá una significativa aceleración de los esfuerzos para reducir el déficit presupuestario, incluidos los 6.000 millones de libras de recortes prometido por los conservadores. Se aprobará un presupuesto de emergencia en 50 días.
  • Los parlamentos tendrá un mandato fijado de cinco años, de forma que las próximas elecciones no serán hasta mayo de 2015. La fijación de un periodo de sesiones fijo y establecido por el parlamento y no por el primer ministro era una petición de los liberales.
  • Los liberales renuncia a sus planes de una 'tasa sobre mansiones' en las propiedades que cuesten más de dos millones de libras mientras los conservadores retiran su compromieso de elevar el máximo para aplicar el impuesto de herencias hasta el millón de libras.
  • Los conservadores podrán sacar adelante los beneficios fiscales a los matrimonios, pero los liberales se abstendrán.
  • Habrá un compromiso para someter a referéndum cualquier transferencia de poder a la UE -compromiso conservador- y un compromiso de los liberales de que no se adoptará el euro en el próximo parlamento.
  • Los liberales dejarán de lado su oposición a la sustitución del sistema Trident de misiles nucleares pero el programa será juzgado por su coste de dinero.
  • Habrá un referéndum sobre el sistema de voto alternativo -la reforma electoral que piden los liberales, aunque no el sistema que demandan.

Ambos tienen 43 años.  Uno estudió en Oxford y otro en Cambridge. Tienen esposas sofisticadas y profesionales. Llevan apenas un lustro en la primera línea política. Y, desde hoy, apenas se diferencian en el color de su corbata: el azul conservador y el amarillo liberal.  Son David Cameron y Nick Clegg, los nuevo primer ministro y viceprimer ministro, unidos por obra y gracia de la poesia de la "nueva política" y la prosa del parlamento 'colgado'.

"Hasta ahora éramos rivales. A partir de hoy somos colegas", ha declarado de manera solemne el líder liberal, en una tarde soleada en el jardín de Downing Street, con Cameron en el otro atril, intercambiando sonrisas y gestos como si fueran amigos de toda la vida.

"Este gobierno durará porque está unido", ha subrayado luego el líder liberal, que considera que la clave de su acuerdo es que tienen un "propósito común: devolver el poder a la gente y darles más oportunidades".

De esta forma, Clegg ha fundido su propósito de una sociedad más justa y con más libertades con la "gran sociedad" del manifiesto 'torie', que se resume en palabras de Cameron en "devolver el poder al pueblo y quitárselo a los políticos".

"Tenemos no sólo un nuevo Gobierno, sino una nueva política, en la que el interés nacional está por encima del interés de los partidos", declaraba Cameron antes de dar la palabra a Clegg, tras calificar el nuevo ejecutivo -en el que habrá cinco ministro liberales-como "liberal-conservador".

El interés de ambos partidos se centrará en tres ámbitos: "la libertad, la justicia y la responsabilidad"- y su Gobierno tendrá como objetivo principal dar al Reino Unido "un liderazgo estable", según Cameron.

Críticas al Gobierno anterior

Además, el nuevo primer ministro no ha perdido oportunidad de marcar diferencias con el anterior Gobierno: "Ningún Gobierno en los últimos tiempos ha recibido una herencia económica peor".

De hecho, según el acuerdo de gobierno entre ambos partidos la reducción del déficit es la prioridad "más urgente" del ejecutivo, que censura la política "cortoplacista" de Gordon Brown en este sentido.

La economía y el déficit será pues la primera prioridad del ejecutivo y para hacerse cargo del problema estarán los dos principales asesores de Cameron y Clegg, el conservador Osborne, que será el ministro de Economía, y el liberal Cable, nuevo ministro de Comercio, Innovación y Competencia -el antiguo Ministerio de Industria de Lord Mandelson, que los liberales paradójicamente quería eliminar.

Los otros ministros liberales serán Chris Huhne en Energía y Medio Ambiente, Danny Alexander como ministro para Escocia y David Laws al frente de Educación.

Además, la función de Clegg como viceprimer ministro será la de dedicarse a los asuntos de Presidencia y a la reforma electoral, el eje del compromiso entre ambos partidos, ya que Cameron se comprometió a convocar un referéndum sobre el cambio del sistema electoral, una petición clave de los liberales.

Clegg asumirá también las funciones de Cameron cuando no esté. De hecho, Cameron ha bromeado con que espera "hacer muchos viajes al extranjero" para dejarle a él la tarea de responder a las preguntas de la sesión de control.

Más aún, las bromas han seguido entre ambos, hasta el punto de que un periodista le ha recordado las palabras de Cameron de que "mi chiste favorito se llama Nick Clegg".

"Me voy", ha respondido Clegg mientras Cameron ha lanzado una cacrajada y le ha gritado: "¡Vuelve!". "Estoy preparado para comerme muchas de mis palabras. Es la mejor dieta para Gran Bretaña", ha concluido entre sonrisas el nuevo primer ministro.