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VIDAS TROQUELADAS

"Comía muchos yogures de pequeño para conseguir todos sus casetes"

  • Enrique nos cuenta como influyó en él 'El Hombre y la Tierra'
  • Siendo un niño, Félix despertó su pasión por la naturaleza

Si a ti también te gusta la naturaleza, mándanos tu historia a www.rtve.es/participa

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El hombre y la tierra - El rincón de Félix Rodríguez de la Fuente

Cuando llegaba a casa después del colegio -a la hora de la merienda-, Enrique siempre se comía un yogur. Después, en cuanto lo terminaba, iba corriendo al kiosco para cambiar las tapas de las yogures por los cassettes de Félix Rodríguez de la Fuente. De eso hace casi 30 años.

Hoy en día, Enrique Hernández Alonso es profesor de jardinería y educación ambiental en Arganda del Rey (Madrid). Y sigue coleccionando, con auténtica pasión, todo lo que está relacionado con 'el amigo de los animales'.

Nieto de Agente Forestal y de agricultores, pasó sus días de infancia entre chopos, olmos, pinos y otros cientos de árboles del Vivero Forestal del Estado de Alcalá de Henares, hoy Arboreto 'Dehesa del Batán'.

Todo apuntaba a que su vida profesional iba a estar dedicada a la naturaleza. Pero, de pequeño, su padre le montaba en las cabinas de los aviones del aeropuerto de Barajas. Quería ser piloto. Pero la trágica muerte de su 'amigo Félix' en un accidente de avión y los dos tragedias aéreas del año 83, en Madrid, le borraron esa idea de la cabeza.

Desde entonces tuvo claro que quería dedicarse a la naturaleza. Le encantaban las aves, incluso su padre le regaló los prismáticos que recomendaba Félix en su obra radiofónica 'La aventura de la vida'. Esos programas supusieron el último empujón, Enrique no se perdía ni uno, acompañado por su abuelo, y un viejo transistor.

La infancia en palabras de Félix Rodríguez de la Fuente

La radio lo era todo, o casi, en la década de los 80. Los programas radiofónicos de Félix tenían incluso algo más que su obra audiovisual.

Y empezaron a llegar las colecciones. Enciclopedias, cintas de radio, vídeos VHS, biografías, documentales, y luego, mucho tiempo después, los DVD con la mítica serie de Félix Rodríguez de la Fuente, 'El Hombre y la Tierra'.  Pocas cosas faltan por añadir a su inmensa colección, y aunque eso supusiera un fuerte desembolso económico, el valor, ahora es sobre todo sentimental.

Valor sentimental más que económico

Una vez recopilado casi todo el material con el sello de Félix Rodríguez de la Fuente, Enrique creyó oportuno escribir un blog. Primero para ayudar a los que quisieran obtener una titulación relacionada con el medio ambiente y que no podían acudir a clase.

Después, para dedicarle el mejor homenaje posible a quien encauzó su vida profesional y su amor por la naturaleza, el maestro Félix. Hoy, el 'Blog de Forestman', es su pequeño rincón ambiental. Por ello, siempre tiene muy presente a quien fue uno de sus mejores maestros de infancia.

Antes de ponerse a leer la última biografía de Félix, algo que hará durante la Semana Santa, nos confiesa que el legado de Félix Rodríguez de la Fuente es patrimonio de todos. Que su mensaje ha estado y estará siempre presente en él, y por eso, siente que tiene el deber moral de divulgarlo entre los que intenta educar.

Y nos termina recordando esta frase de Félix Rodríguez de la Fuente: "El Hombre es síntesis del Universo, el Planeta es síntesis del Universo. Entre el Hombre y la Tierra hay el abrazo profundo, el cordón umbilical irrompible que puede haber entre el niño y la madre, cuando el niño esta en el claustro materno. Si el cordón se rompe el niño muere y la propia madre está también en peligro" .

Al igual que Enrique (Forestman), muchas personas crecieron con Félix. Se empaparon de sus ideas y ahora las ponen en marcha en su vida personal y profesional. Son las vidas troqueladas por el gran maestro de la naturaleza. El verdadero Hijo de la Tierra.

Si tú eres uno de sus seguidores. Si Félix influyó en tu vida. Si respetas y amas la naturaleza... envíanos tu historia. Tus fotos. Tus vídeos. Y la contaremos para ver cómo Félix supo guiar a todos sus aficionados como el auténtico Macho Alfa.