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Rubalcaba pide que no se baje la guardia ante inmigración ilegal pese a la crisis

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Pese a la crisis mundial los desequilibrios entre países ricos y pobres siguen aumentando, y "están lejos de desaparecer". Por eso, dice el Ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es necesario seguir luchando contra la inmigración ilegal.

Lo ha dicho ante el Consejo de Administración de Frontex, el organismo encargado del control de las fronteras exteriores de la UE, donde ha alertado de que, a pesar de la crisis, Europa sigue sufriendo una "enorme presión" .

No obstante, el ministro del Interior ha asegurado que 2009 fue un "año exitoso" en el control de la inmigración irregular en España, con la menor cifra de personas que intentaron entrar en el país de forma ilegal de toda la década.

Según los datos de Interior, el año pasado pretendieron entrar en España unos 7.000 "sin papeles" frente al segundo mejor registro de la década que fue el del año 2000, con más de 15.000 inmigrantes irregulares.

Eficacia en la aplicación de las medidas

Para Rubalcaba, estas cifras no hubieran sido posible sin el trabajo eficaz de Frontex en el control de las fronteras de la UE, ni tampoco sin los vuelos de repatriación de extranjeros en situación ilegal.

Repatriaciones que, a juicio del ministro del Interior, envían un "mensaje inequívoco" a las mafias: "no engañéis a los inmigrantes diciéndoles que podrán quedarse en Europa".

Pese a ello, Rubalcaba ha dejado claro que la UE no pretende ser una "fortaleza aislada", sino un espacio que necesita de una inmigración legal y ordenada para su bienestar y su progreso económico.

"La inmigración que enriquece Europa debe ser legal y ordenada", ha remarcado el titular de Interior, que ha subrayado el compromiso de España, como parte de la "frontera sur" de la UE, de mantener los mecanismos de control de la inmigración de forma "coordinada y corresponsable" con el resto de países comunitarios.

De hecho, la agenda de la presidencia española de la UE tiene a Frontex en uno de sus puntos de primer orden y se ha marcado tres objetivos: "más medios", reglas "más claras" y el establecimiento de oficinas especializadas, en particular para las fronteras terrestres del Este de Europa y el Mediterráneo.