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La batalla entre Villepin y Sarkozy se aviva con la apelación de la Fiscalia en el 'caso Clearstream'

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Dominique de Villepin volverá a sentarse en el banquillo de los acusados del "caso Clearstream", después de que la Fiscalía anunciara este viernes que apelará su absolución en primera instancia, un recurso que el ex primer ministro francés atribuye a la presión ejercida por Nicolas Sarkozy.

A finales de este año o principios del próximo se reabrirá en un Tribunal de Apelación un juicio que amenaza con entorpecer el retorno político de un Villepin, que encontró en el recurso del Ministerio Público nuevos argumentos para reforzar su imagen de víctima del "ensañamiento" del jefe del Estado.

Rehabilitado el pasado jueves por una sentencia del Tribunal Correccional que le consideraba ajeno a la trama de falsos listados de beneficiarios del cobro de comisiones ilícitas a través de la sociedad luxemburguesa 'Clearstream', Villepin deberá volver a batallar a partir de ahora para limpiar su imagen.

El fiscal jefe de París, Jean-Claude Marin, ha anunciado que recurrirá la sentencia porque en primera instancia "no todo fue aclarado" y porque "hay espacio para hacer emerger una parte de la verdad".

El Ministerio Público no se conforma con la derrota cosechada en primera instancia, cuando había pedido una pena de 18 meses de cárcel exentos de cumplimiento y 45.000 euros de multa contra Villepin, al que considera un "cómplice" de la trama,  de la que conocía su falsedad pero no hizo nada para detenerla.

Acusa a Sarkozy de "mentir" sobre el caso

Pese a que era esperado, el recurso de la Fiscalía, jerárquicamente dependiente del Gobierno, reabrió la batalla política entre Villepin y Sarkozy.

El ex primer ministro ha desenterrado el hacha de guerra y ha acusado a Sarkozy de presionar al fiscal para mantener su persecución judicial.

"Esta decisión ha sido tomada por un hombre, Nicolas Sarkozy, que prefiere perseverar en el ensañamiento, en el odio, en lugar de defender las instituciones", ha afirmado Villepin en la radio "RMC", donde ha recordado que el presidente es el garante de la independencia judicial.

Dolido, el ex primer ministro fue más allá, ha acusado a Sarkozy de "mentir" sobre el caso,  de obligar a sus abogados a ir "demasiado lejos" en la interpretación de algunos documentos y testimonios con el único fin de presentarle como culpable.

El veredicto, "jurídicamente irreprochable" para Villepin, desmiente al presidente que, sin embargo, se obstina en atacar al ex primer ministro a través de la apelación de la Fiscalía.

Villepin, alternativa a la política de Sarkozy

Desde el campo de Villepin nadie duda de que Sarkozy está detrás del recurso fiscal, el único posible, puesto que la ley francesa impide apelar a las acusaciones particulares.

Y es que el presidente ha prestado mucha atención al 'caso Clearstream', en el que su nombre ha aparecido como uno de los beneficiarios del cobro de comisiones ilícitas en lo que su entorno considera una maquinación para debilitarle en un momento en el que se disputaba con Villepin la hegemonía de la derecha política gala.

Se presentó como acusación particular, al considerarse la principal víctima del caso, montado, según sus abogados, por Villepin para desacreditarle.

El entorno del ex primer ministro considera que la apelación es el último intento de Sarkozy por alejar al ex jefe del Gobierno de la arena electoral.

Porque Villepin ya había comenzado a postularse como una "alternativa" a la política de Sarkozy "que no está dando resultados", por lo que preconizó encarnar "otras respuestas posibles" dentro del campo conservador con la vista puesta en las Presidenciales de 2012.

Un retorno que puede quedar trabado por la apelación fiscal, pero que puede también reforzar la unidad en torno a Villepin de los descontentos contra Sarkozy y crear una línea de fractura dentro de la derecha francesa que Gobierna sin contestación desde 2007.