Alberto Ammann, el carcelero novato

• El actor novel logra el Goya como Actor Revelación por Celda 211

Alberto Ammann consigue su primer Goya

Primera película. Coprotagonista de un actor consagrado. Con un acento que no es el suyo. Haciendo de bueno, pero simulando ser asesino. Alberto Ammann. ¿Quién es ese? Un actor cuyo debut en Celda 211 ha dejado a muchos con la boca abierta y se ha llevado el Goya.

Sólo había hecho teatro y algo de televisión, pero está claro que a este 'primerizo' de 31 años le ha gustado mucho el cine porque ya va por su tercera película: Lope, de Andrucha Waddington, que se estrenará en septiembre y Eva,  de Kike Maillo, que está rodando actualmente.

Su acento en Celda 211 hizo sospechar a muchos. ¿De dónde es este tipo?

Nació en Argentina, pero su familia se exilió a Gran Canaria durante la dictadura militar (1978-1982), por lo que aprendió a hablar en España, algo que le une mucho a nuestro país. Sin embargo, durante el rodaje tuvo que repetir incontables veces la frase "con dos emes y dos enes", para no parecer argentino.

¿La suerte del principiante?

Es cierto que lo dejó todo por la interpretación: la carrera de Psicología, la de Letras Modernas e incluso sus clases de guitarra. Pero las ganas y la ilusión no son siempre suficientes, especialmente en la industria del cine; suele hacer falta un poquito de suerte.

Ammann -un apellido suizo-alemán, se presentó a un cásting que estaba al lado de su casa y en el que precisamente buscaban una cara desconocida.

De hecho, hizo la entrevista en el bar madrileño 'La Chilostra', donde empezó a trabajar en la capital; algo que podría haberle hecho sentir como en casa, si no fuera porque su compañero de cásting era nada más y nada menos que Luis Tosar.

Pero además, su papel no ha sido precisamente fácil. Un funcionario de prisiones que en su primer día de trabajo se encuentra con un motín y no ve otra salida que hacerse pasar por un preso más. Sale de casa como un buen hombre enamorado que espera un hijo y entra como un supuesto asesino que se convierte en el número dos de Malamadre -Luis Tosar-, el líder de los reclusos.

Sólo los que han visto la película saben si consigue o no salir de la prisión. Pero hay muchos espectadores que no lo harán; el debutante Ammann les ha hecho presos de su talento.