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"Todos estamos bien. Catástrofe inmensa. Besos"

  • Una cooperante manda un sms a su padre para decirle que está con vida
  • Llegará a Madrid hacia las 13:00 hora peninsular española
  • "A mí no me mueve nadie de aquí", dice una becaria española de la ONU
  • Una Guardia Civil: "No tengo nada, sólo lo puesto...y lo más importante, la vida"

Ver tambiénHaití, el país más pobre de AméricaFicha técnica del terremoto

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"Papá, soy Carolina. Todos estamos bien. Catástrofe inmensa. Besos." Después de horas de angustia sin saber nada de su hija y su familia, éste fue el mensaje que recibió Eduardo Del Campo en su teléfono en Madrid.

Habían pasado casi dos días desde que un devastador seísmo hiciese añicos Puerto Príncipe, la capital de Haití. Allí vive su hija Carolina desde hace algo más de una año con su pareja y sus dos niñas pequeñas y desde entonces no habían tenido noticias de ella.

Carolina trabaja para la Agencia Española de Cooperación Internacional y se encontraba dentro de la oficina- "que se ha derrumbado"- en el momento del terremoto que ha asolado Haiti.

"Sólo le dio tiempo a coger su bolso y salir corriendo", explica su padre, quien describe la terrible situación en la que se vio sometida su hija, que además recibió un golpe en la cabeza y aún no ha podido ser atendida.

"Mi hija fue chorreando de sangre y llena de cemento a buscar a sus hijas, porque no sabía nada de ellas", detalla su padre.

Desde el seísmo, Carolina está muy afectada psicológicamente y una de sus hijas no quiere comer desde lo ocurrido. Por eso, sus padres piden que, cuando lleguen en el avión fletado por España a la base aérea de Torrejón de Ardoz, ellas y otros pasajeros reciban atención psicológica.

Según la cooperante Carolina del Campo el avión fletado por el ministerio de Exteriores que tiene previsto traer de vuelta a entre 25 y 40 españoles afectados por el terromoto saldrá de Haití a las 4 de la madrugada hora española y llegará sobre la una del mediodía de este sábado a la base madrileña de Torrejón de Ardoz.

Será el primer vuelo de repatriación de españoles y otros ciudadanos europeos. Sin embargo, como ha explicado el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos "no todos quieren regresar". Entre ellos Natalia González-Páramo, una becaria española de la ONU en Haití.

"A mí no me mueve nadie de aquí"

Poco antes de las cinco de la tarde del pasado martes sintió el temblor en su oficina. Aguantaron hasta que terminó de moverse la tierra -duró aproximadamente un minuto- y tuvo suerte de que su edificio no se viniese abajo, al contrario de la sede central de Naciones Unidas.

Al salir del edificio se encontraron un reguero de cadáveres. Trataron de ayudar a 16 personas, pero cuatro de ellas -la mitad niños- murieron.

Tras un rastreo de los desaparecidos realizado por Naciones Unidas, la familia de Natalia fue contactada desde su cuartel general, en Nueva York, para comunicarle que está bien.

Ahora su familia ha hablado con ella, pero la respuesta ante un posible retorno ha sido rotunda: "A mi no me mueve nadie de aquí. Haití necesita mucha ayuda".

"No tengo nada...sólo la vida"

Una situación similar vivió una de las guardias civiles que forma parte de la misión de la ONU en Haití, que relata en un correo electrónico cómo logró sobrevivir, saltando por una ventana desde un segundo piso y con un hombro roto tras el que "no ha quedado nada en pie". 

"No tengo nada, sólo lo puesto... y lo más importante, la vida", relata.

La autora del correo, enviado este jueves, es la guardia Consuelo López, destinada en Haití desde el pasado mes de agosto y que en su mensaje, al que ha tenido acceso Efe, cuenta que en el momento del seísmo estaba en compañía de la policía nacional Rosa Crespo, otra de las integrantes del contingente español y de la que no se tienen noticias desde entonces.

La guardia civil asegura que "las imágenes no reflejan la realidad de lo que esta ocurriendo: es aún mucho peor y triste (...) Hay miles de muertos, en las calles, bajo los escombros y los heridos se cuentan por millares".

Cuando sucedió el terremoto, de 7 grados en la escala de Richter, Consuelo estaba en un edificio de siete plantas que "se vino abajo por completo", relata: "Yo pude saltar por una ventana desde la segunda planta, pero algunos de mis compañeros no han tenido la misma suerte. Se sigue buscando a mi amiga y compañera de la Policía Nacional Rosa, que estaba conmigo cuando el edificio se vino abajo".

"No ha quedado nada en pie... nada. Mi casa también se derrumbó, así que no tengo nada, sólo lo puesto... y lo mas importante, la vida (...)  Yo no tengo ropa, pero eso es lo de menos, porque tenemos comida y agua. En la calle, no tienen nada, ni comida ni agua...", añade.

Tras advertir de que no sabe cuándo podrá volver a conectarse a internet y agradecer el apoyo de sus compañeros, Consuelo se despide de éstos diciéndoles: "No me olvidéis, que aunque sigo teniendo miedo no me arrepiento de estar aquí".

Un español superviviente: "Puerto Príncipe era un horror"

Jesús Pinto es un piloto comercial español que ha sobrevivido al devastador terremoto del martes en Haití y que también vivió en primer persona en Puerto Príncipe, la capital del país más pobre de América. "Puerto Príncipe era un horror. La mayoría de los edificios estaban caídos y la gente vagaba por las calles", ha narrado a 'En días como Hoy' de RNE.

El piloto ha explicado que cuando ocurrió el terremoto, el martes a las 17.00 hora local (23.00 hora peninsular española), estaba en la habitación del hotel tras haber terminado de trabajar. "Todo empezó a temblar e instintivamente salí de la habitación para ponerme al descubierto".

"Toda la gente corría de un lado a otro y los edificios caían, mientras que una gran nube de polvo se expandía", cuenta sobre esos primeros minutos este español, que añade que toda su tripulación se salvó y que su hotel sólo se derrumbó en parte.

Pinto consiguió salir de Puerto Príncipe el miércoles por la mañana vía Santo Domingo con otro compañero y ya está en España, aunque parte de su tripulación se quedó allí, aunque "todos estaban perfectamente". En su camino al aeropuerto para abandonar Haití se le quedó grabada una imagen del paisaje: "Fue impactante, no quedaba nada de todo lo que estaba allí el día antes".

50 horas entre los escombros

"¡He pasado 50 horas dentro, 50 horas!", grita Richard Santos, un estadounidense de 47 años rescatado de las ruinas del Hotel Montana de Puerto Príncipe por un equipo francés, informa AFP.

En las ruinas de este hotel, el que era el mayor de la capital haitiana, trabajan varios equipos de rescate internacionales, que horas antes habían conseguido sacar a una mujer francesa: "Si necesitan pruebas de que era francesa, nos pidió un vaso de vino", bromeó una cooperante.

En total, al menos 14 personas han sido rescatadas con vida de este hotel, sobre cuyo estado de salud comenta Samuel Bernes, responsable de protección civil: "Las personas que han pasado 50 horas entre los escombros, se encuentran en un estado de salud muy correcto. Se alivian física y moralmente a salir de ese agujero de ratas".

También se ha podido rescatar sano y salvo de entre los escombros a un bebé de 15 días por parte de un médico en el terreno, en Puerto Príncipe, Sanjay Gupta, según informa la CNN. El bebé presentaba algunas heridas en la cabeza, pero se encuentra bien.