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"No se acaban de creer lo que está pasando"

  • MSF atiende en la calle y sin instrumentación a centenares de heridos
  • "Fue un alivio saber que mi familia estaba viva tras 24 horas de angustia"

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'No se acaban de creer lo que está pasando'

"No se acaban de creer lo que está pasando". Es lo que cuenta Moise Chery, un haitiano que reside en Santander y cuya madre y tres hermanas están en Haití y sanas y salvas después del devastador terremoto que ha arrasado el país más pobre de América.

Moise Chery, que está casado desde hace cuatro años con una cántabra, pudo contactar con su familia milagrosamente horas después del seísmo. "No se acababan de creer lo que está pasando. Estaban durmiendo en la calle y esperando a ver si podían volver a casa, porque seguían las réplicas", explica a a TVE.

Moise, al igual que el resto de sus compatriotas que viven en el extranjero, ha pasado las últimas 48 horas pendiente de la televisión y el teléfono y preocupado por el futuro de su país, que no visita desde hace cuatro años.

"Un 97% de las casas están destruidas"

"Un 97% de las casas del centro de Puerto Príncipe y un 45% de las de las zonas residenciales están destruidas". Así lo explican los seis voluntarios de la ONG InspirAction que trabajan en la capital haitiana, cuya oficina también ha quedado destruida, según ha informado a RTVE.es la directora en España de esta asociación -una rama de Christian Aid-, Mayca Frieyro.

Esta ONG, que forma parte de Christian Aid y desarrolla proyectos contra la pobreza, está priorizando en este momento la distrubición de comida entre la población y también la de bolsas de plástico para poder meter los miles de cadáveres que están en las calles, explica Frieyro, que advierte que en cuestión de horas "puede propagarse una epidemia".

La directora de InspirAction en España ha indicado que su personal en la zona, "afortunadamente vivos", está en un primer momento analizando cuáles son sus propias pérdidas y coordinándose con otras ONGs para trabajar en el terreno.

Atendiendo en la calle y sin instrumentación

En el terreno, Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue atendiendo a los heridos cómo puede: "Estamos atendiendo en medio de la calle a centenares de heridos y sin instrumentación porque nuestras instalaciones sanitarias están todas afectadas", explica a RTVE.es el director de Comunicación de la ONG, Jaume Codina, que, no obstante, tranquiliza diciendo "es una situación de emergencia, y eso es lo que sabemos hacer".

De los tres hospitales de MSF en Puerto Príncipe, la Trinidad y la Maternidad Solidaridad han quedado totalmente destrozadas y el centro de Martissant también está muy afectado, por lo que atienden a los heridos con tiendas en los patios y en la calle. "La desesperación es tan grande que la gente está acudiendo a nuestras oficinas y allí se les está atendiendo", señala Codina, que añade que "las necesidades médicas son enormes y la capacidad de respuesta muy limitada".

"El resto de instalaciones hospitalarias de la ciudad no funcionan, no hay luz... la gente deambula por las calles y está empezando a aprender a vivir en ellas", dice el responsable de MSF, quienes ni siquiera saben si su propio personal en la zona están todos bien.

Codina también ha informado de que el primer avión con ayuda fletado por MSF desde Panamá ha aterrizado en Puerto Príncipe alrededor de las 6.00 hora local (12.00 hora peninsular española) con 25 toneladas de material como tiendas, mantas y kits de catástrofe para intervenciones quirúrgicas.

En este sentido, ha advertido de que en un primer momento, tras el "shock" inicial, es necesario prestar primeros auxilios, pero en un par de días "comenzarán a escasear el agua y los alimentos". Por eso, MSF va a fletar un segundo avión con agua y material de higiene, mientras que un tercero trasladará un hospital de campaña gigante que dispone de dos quirófanos y tres salas de internamiento, ya utilizado en otras catástrofes como la de Gaza hace un año.

"Un alivio extraordinario cuando supe que mi familia está viva"

"Fue un alivio extraordinario saber que mi familia está sana y salva tras 24 horas de angustia". Así relata a RTVE.es el presidente de la Asociación Cultural Hispano Haitiana, Ernesto Rousseau, cómo a las 23.00 horas de ayer miércoles pudo por fin recibir noticias de que su hermana y el resto de familiares que residen en Puerto Príncipe estaban vivos.

De cualquier forma, Rousseau, que reside en Madrid desde hace 42 años, no ha podido aún contactar directamente con su hermana "porque las comunicaciones son imposibles" y ha sido su otra hermana, que reside en Nueva York, la que ha podido hablar con un miembro de la familia vía satélite.

"Desde las doce de la noche del martes, que vi la noticia en televisión, estuve intentando comunicar con Puerto Príncipe. Pasé toda la noche sin dormir", explica este haitiano, que desde que anoche a las 23.00 horas está "más tranquilo", aunque sigue sin disponer de información respecto a si la casa de su hermana está en pie o no.

"He vivido muy angustiado. Ha sido terrible porque todas las imágenes y las fotos que he visto en televisión e internet muestran que todo está destruido... el Parlamento, la Catedral, el edificio de la ONU...", cuenta Rousseau, que se pregunta qué habrá pasado con el resto de casas, mucho más frágiles, "si esos edificios emblemáticos han caído".

De permiso en su trabajo para ayudar

El presidente de esta asociación haitiana, que estudió Medicina en España, ha tenido que pedir permiso en su trabajo para poder dedicarse a coordinar la atención a los haitianos que residen en España, alrededor de unos 500 de los que 80 residen en Madrid. Una de las acciones que han puesto en marcha ha sido crear una cuenta bancaria para recuadar ayudas para los damnificados.

Según Rousseau, todos los haitianos que residen en España "viven una situación igual a la suya" y no han podido contactar directamente con sus familiares en Puerto Príncipe, sino que lo han hecho a través de familiares en Miami, Nueva York u otros puntos de Estados Unidos. No obstante, confían en que a lo largo de esta jornada se puedan restablecer las comunicaciones con Haití.

Ernesto lleva ya ocho años sin ir a Haití, pues se lo han desaconsejado por la situación de inseguridad que vive el país, y se reúne con su hermana regularmente en Nueva York. Cuenta que incluso dos sobrinos suyos fueron secuestrados en Haití hace tres años y tuvieron que pagar un rescate: "No sé qué va a pasar con ese pobre país. Cuanto más pobre, más desgracias tiene", se lamenta.

"Cada uno busca a los suyos, nadie hace recuento"

Yosane García, voluntaria de Cruz Roja en Haití, ha contado en RNE que ahora mismo es imposible hacer una valoración de daños porque "cada uno busca a los suyos, nadie está haciendo recuento" y ha puesto el ejemplo de Naciones Unidas, nueve de cuyos diez edificios en Puerto Príncipe se han derrumbado con gente dentro.

Yosane, una navarra a la que el seísmo la ha pillado de vacaciones en España, pero que ya ha salido desde República Dominicana a Haití, ha narrado, además, que si los médicos ya escaseaban antes del terremoto, ahora la situación es aún peor.

Cáritas Haitiana advierte de que el "riesgo de epidemia es máximo"

Por su parte, el jefe de Emergencias de Cáritas Haitiana, Joseph Jonides Villarson, ha advertido de que "el riesgo de epidemia es máximo", informa Servimedia.

"Muchas personas han muerto en Puerto Príncipe. Sus cuerpos yacen por todas partes sobre las calles de la capital. Mucha gente sigue aún debajo de los escombros. Los hospitales están desbordados con los fallecidos y los heridos", relató Villarson de forma casi telegráfica la situación que vive Haití.

En una comunicación enviada a la red internacional de Cáritas a través de correo electrónico, la única vía de comunicación actualmente posible con la isla, Villarson confirmó que todo el personal de Cáritas Haití está "sano y salvo" y que su sede central en Puerto Príncipe ha resistido la fuerza del seísmo.

"Las calles y plazas de la ciudad están llenas de gente que no sabe a dónde ir. Nos tememos que comiencen a surgir brotes de violencia si esta situación se prolonga, ya que apenas es visible la presencia de la policía", ha añadido.