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Un islamista que abandonó la célula confirma que iban a atentar en el metro de Barcelona

  • El testigo abandonó la célula cuando supo que iba a ser uno de los suicidas
  • Declara que planearon explosionar artefactos el 19 de enero de 2008 
  • Ha explicado que el ataque lo iba a reivindicar Therik e Taliban Pakistana
  • La Audiencia Nacional juzga a once presuntos miembros de la célula

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El testigo protegido cuya delación permitió la detención en enero de 2008 de once presuntos miembros de una célula islamista que supuestamente planeaba atentar en el metro de Barcelona ha reiterado en el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Nacional su declaración, explicando sus planes.

En su declaración, el testigo -identificado en el sumario como F1- ha explicado que llegó a España procedente de Francia el 15 de enero de 2008, con instrucciones de reunirse en una mezquita de Barcelona con Maroof Ahmed Mirza, para quien el fiscal pide 18 de prisión al considerarle dirigente de la célula.

Según ha relatado, "su organización" le envió a Barcelona para participar en los ataques que se planeaban porque había pasado el anterior año y medio en campos de entrenamiento de Pakistán y Afganistán, preparándose en el manejo de armas y explosivos. A la pregunta del fiscal de cuál era esa organización a la que decía pertenecer, el testigo ha respondido: "Al Qaeda".

En su declaración, que corrobora la versión recogida por el fiscal en su escrito de conclusiones provisionales, ha explicado que el plan consistía en que él y otro de los acusados, Imran Cheema, para el que se piden 16 años de cárcel, se montarían en el metro llevando "en bolsas o en la chaqueta" artefactos explosivos que otra persona haría estallar desde el andén.

El testigo ha relatado que la explosión iba a tener lugar el 19 de enero de 2008, pero no ha sabido precisar a qué hora, aunque sí que los artefactos iban a fabricarse la noche del viernes 18, en la que los acusados fueron detenidos cuando se encontraban en una mezquita en la que los miembros del grupo Tabligh -al que pertenecen la mayor parte- solían hacer reuniones todos los fines de semana.

Planeaban atentados en otros países europeos

Según ha explicado, este primer ataque iba a ser reivindicado por la organización Tehrik e Taliban Pakistana, en cuyas acciones se enmarca este ataque-, que haría una serie de "demandas"; y que si estas peticiones no se atendían, un "segundo equipo" realizaría otros atentados en Alemania, Portugal, Francia y Reino Unido.

Una de las pruebas que esgrime el fiscal respecto a los planes de este grupo es, en efecto, la reivindicación que hizo este movimiento en un vídeo que fue colgado en la página web wwww.nefafoundation.org en el que su portavoz Maulvi Omar aseguraba que "el de Barcelona fue conducido por 12 de nuestros hombres".

El testigo ha dicho que no supo que él iba a ser uno de los suicidas hasta estar ya en Barcelona, cuando, tras permitirle realizar una llamada a su familia, el también acusado Shaib Iqbal le dijo que "ésa iba a ser la última vez que hablara con ellos", ya que hasta ese momento pensaba "que iba a fabricar bombas".

En ese momento "se vino abajo" y decidió que "tenía que acabar con eso", por lo que fue al baño, encendió su teléfono -porque no le permitían hacerlo donde todos estaban reunidos- y llamó a un amigo suyo que era policía en Francia, al que contó los planes de atentado que estaban en marcha.

El pasado jueves, tras el comienzo del juicio, familiares de los acusados dijeron a los periodistas que el testigo protegido era un infiltrado de Francia y que se trata de "un montaje" político en el que "los acusados son víctimas del Gobierno paquistaní y español".