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Villepin: "Estoy aquí por la voluntad y el ensañamiento de Sarkozy"

  • El ex primer ministro denuncia "el proceso político" contra él
  • Se le acusa de espionaje y conspiración para hundir la carrera de Sarkozy
  • Villepin dice que saldrá libre y con su nombre limpio tras el juicio
  • El presidente francés lucha por presentarse como acusación particular

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Villepin se sienta en el banquillo de los acusados

"Estoy aquí por voluntad de un hombre. Estoy aquí por el ensañamiento de un hombre, Nicolas Sarkozy, quien también es presidente de la República Francesa". 

Con estas palabras ha resumido el ex primer ministro francés, Dominique de Villepin, su procesamiento por el caso Clearstream, en el que Sarkozy le acusa de espionaje y conspiración para hundir su carrera política, a su llegada a la corte que le juzga desde este lunes hasta el 23 de octubre.

Acompañado por su mujer y tres hijos, ataviado con un pañueño apretado sobre el cuello y con un aire solemne, Villepin ha declarado que, "aunque algunos creen que en nuestro país no existen procesos políticos", "aquí estamos en 2009 y en Francia".

 

Con todo, ha vaticinado que saldrá "libre y exculpado en nombre del pueblo francés".

Acusación particular

Villepin es sospechoso de estar involucrado en un complot para acabar con la carrera política de Sarkozy antes de las elecciones presidenciales de 2007 a través de una falsa acusación, lo que le podría supone una multa de hasta 45.000 euros y cinco años de prisión.

Tanto Villepin como Sarkozy pugnaban por suceder a Chirac como candidato del centro-derecha francés y tenían una conocida animadversión personal mutual.

Sarkozy ha decidido personarse como acusación particular, algo que Villepin se ha encargado de asegurar que tratará de evitar por todos los medios en el inicio del juicio, ya que considera que va contra el artículo de la Constitución francesa que le hace inmune a cualquier investigación judicial, pero le impide también participar en ninguna.

Otros cuatro personas serán juzgadas en este caso, que se centra en la filtración interesada del nombre de Sarkozy en una lista de personas que recibieron comisiones irregulares, listado que luego se demostró falso.

 

Los otros implicado son un ex vicepresidente de EADS, Jean-Louis Gergorin, quien admitió que la lista de falsos enviados a la justicia, un científico informático, Imad Lahoud, quien es sospechoso de haber hecho el listado, un ex auditor la empresa Arthur Andersen, Florian Bourges, y un periodista Denis Robert, sospechosos de estar en posesión de listados. 

Las listas de la discordia

Los hechos se remontan a la venta por Francia a Taiwán de unas fragatas en 1991 que han sido objeto de investigación por la justicia francesa por la sospecha de que personalidades políticas e industriales recibieron comisiones irregulares.

En el año 2003, el informático y financiero Imad Lahoud, gran fabulador que dice haber tenido contactos con Osama Bin Laden, contacta con el vicepresidente del grupo de defensa y aeronáutica EADS, Jean-Louis Gergorin, para darle cuenta de la existencia de unos listados de titulares de cuentas Clearstream altamente sensibles.

Los nombres de varios cientos de personas, entre los que hay altas personalidades del Estado, dirigentes de grandes empresas o de medios de comunicación, pero también del espectáculo, como la modelo y actriz Laetitia Casta, también estaban en manos de un joven consultor, Florian Bourges, que los había comunicado al periodista Denis Robert, y quienes ahora -al igual que Gergorin y Villepin- están inculpados.

Gergorin dio cuenta de esos explosivos listados a su amigo Villepin, entonces ministro de Exteriores, y al general de los servicios secretos Philippe Rondot, cuyos cuadernos de notas requisados son algunos de los elementos del sumario más preciados. 

Villepin encargó a comienzos del 2004 una investigación a Rondot, que pronto llegó a la conclusión de que todo era una falsificación, y no informó a Sarkozy -entonces ministro de Finanzas- de que figuraba el nombre de su padre, Stephane Bocsa y Paul de Nagy.

Los listados llegan en abril de ese año por correo anónimo al juez encargado de la instrucción de las posibles comisiones por las fragatas aTaiwán, Renaud Van Ruymbeke, aunque luego se sabrá que el autor del envío fue Gergorin -que lo ha confesado-. 

De acuerdo con las notas de Rondot, Villepin tenía una fijación por la presencia de Sarkozy en las listas, cuya existencia se filtra a la prensa ese mismo verano, y según el relato de Gergorin había incitado a éste a que las pusiera en conocimiento del juez Van Ruymbeke.