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La UE defenderá ante el G-20 mantener el estímulo económico y limitar las primas bancarias

  • La UE se ha reunido para buscar una postura común sobre la crisis económica
  • Creen que no es el momento parar retirar las medidas anticrisis puestas en marcha
  • La próxima cumbre del G-20 se celebrará los días 24 y 25 de este mes en Pittsburgh

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Los líderes de la Unión Europea han acordado este jueves defender en la cumbre del G20 de Pittsburgh (EE.UU.) continuar aplicando los planes de reactivación económica hasta que la recuperación esté consolidada y establecer reglas vinculantes sobre las primas a los ejecutivos bancarios.

Los líderes de los Veintisiete han pactado, en un consejo informal convocado por la presidencia sueca de la UE, la posición común con la que acudirán a Pittsburgh la semana que viene los socios europeos del G20.

"Somos 27 miembros y una voz coordinada", ha subrayado el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, al término de la reunión con sus colegas.

A la cita en la localidad estadounidense están convocados por parte europea Alemania, Francia, Reino Unido e Italia y la UE como bloque -todos ellos socios del G20-, así como España y Holanda, que aunque no forman parten del club ya participaron en las reuniones previas de Washington y Londres.

No es el momento de retirar las medidas anticrisis

 

En primer lugar, los líderes de la UE han estado de acuerdo en que aún no es el momento de retirar las medidas de impulso coyuntural puestas en marcha para sacar a la economía de la crisis, aunque, para evitar una escalada de los déficit y deuda públicos, han considerado que hace falta una estrategia coordinada para ponerles fin.

"Los estímulos deben mantenerse hasta que se confirme la recuperación", ha subrayado Reinfeldt en rueda de prensa, pero también ha advertido de que con déficit superiores al 10% del PIB en algunos países "hay que empezar a pensar en la estrategia de salida".

Reinfeldt ha recordado que detrás de la actual crisis está el excesivo endeudamiento de las familias y ha recalcado que la solución no puede ser el sobreendeudamiento de los países.

"Tenemos que volver a unas finanzas públicas saneadas", ha insistido el primer ministro sueco, que ha reconocido, no obstante, que la situación de la economía es todavía muy incierta y los riesgos persisten, por lo que la "estrategia de salida" no puede aplicarse todavía.

Poner límite a las primas bancarias

La otra gran prioridad de los europeos para la cumbre de Pittsburgh es fijar límites a las remuneraciones variables en el sector bancario, conscientes del enojo que provoca en la opinión pública que vuelvan las primas millonarias tras las cuantiosas ayudas públicas concedidas a muchas entidades para evitar su desplome.

Aunque las autoridades estadounidenses ya han hecho constar sus reservas a intervenir en este ámbito, los europeos propondrán al resto de socios del G20 imponer reglas vinculantes sobre los incentivos en la banca, "respaldadas por la amenaza de sanciones a nivel nacional".

Su objetivo es que haya una vinculación clara entre las retribuciones y los resultados a largo plazo. Para ello, plantean entre otras limitaciones, que las primas sólo puedan suponer un porcentaje de la remuneración fija o de los beneficios del banco, impedir la ejecución de las opciones sobre acciones, o la venta de las acciones, hasta pasado un plazo, y bloquear el cobro de incentivos en caso de resultados negativos.

"Estamos de acuerdo en decir 'basta'", ha explicado Reinfeldt, que ha consideradoque, tras la decisión de los Veintisiete, se puede decir que "la burbuja de los bonus ha reventado".

Para el mandatario sueco, no es posible que los bancos, algunos de los cuales deben su supervivencia a la inyección masiva que han recibido de dinero de los contribuyentes, "saquen ventaja de sus buenos resultados futuros" y pretendan que la crisis "fue solo un contratiempo menor".

 

Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, de quien partió la idea de regular los incentivos en la banca, ha subrayado que "Europa está unida en un mensaje fuerte: no queremos que esto vuelva a empezar, que el escándalo de las primas continúe".

También el primer ministro británico, Gordon Brown, se ha mostrado comprensivo con los ciudadanos "enfadados" por los espectaculares emolumentos de los ejecutivos bancarios y ha asegurado que trabajará para que el G20 acuerde reglas globales en este ámbito.

Otra iniciativa que no ha logrado su respaldo este jueves ha sido la apadrinada por la canciller alemana, Angela Merkel, de promover una nueva tasa sobre las transacciones financieras. En nombre de la presidencia, Reinfeldt la ha descartado tajantemente, mientras que Brown ha incidido en las dificultades para su aplicación práctica. 

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