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"Abbey Road", la última lección de los Beatles

  • Se cumplen 40 años del lanzamiento del último disco grabado por los Beatles
  • John, Paul, George y Ringo aparcaron sus diferencias para crear otra obra maestra
  • Desde la portada hasta la 'ópera pop', su influencia ha sido amplísima
  • Unos meses después de terminarlo, el grupo se disolvió

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Una de las seis fotografías realizadas por Ian Macmillan el 8 de agosto de 1969, a las 10.00 de la mañana, con los cuatro 'beatles' cruzando el paso de cebra frente a los estudios de Abbey Road, en este caso en sentido inverso a la que finalmente fue elegida como portada del disco.
Una de las seis fotografías realizadas por Ian Macmillan el 8 de agosto de 1969, a las 10.00 de la mañana, con los cuatro 'beatles' cruzando el paso de cebra frente a los estudios de Abbey Road, en este caso en sentido inverso a la que finalmente fue elegida como portada del disco.

"Yo estaba convencido de que era el final de Los Beatles, de que nunca volvería a trabajar con ellos. Pero Paul me llamó: 'Vamos a hacer otro disco, ¿quieres producirlo?'. Mi inmediata respuesta fue: "Solo si me dejáis producirlo como solíamos hacerlo". Dijo: 'Eso es lo que queremos'. Y yo dije: '¿También John?'. Y él: 'Si, en serio".

Así contaba años después George Martin, el productor de los Beatles, la génesis del último disco grabado por los fab four, de cuya publicación se cumplen ahora 40 años, el último legado del grupo que lo cambió todo (la música, la industria, la propia sociedad): Abbey Road.

Un disco en el que John, Paul, George y Ringo lograron aparcar, al menos durante un mes y medio, las profundas desavenencias que unos meses antes habían lastrado el Get back project. Estas grabaciones, remezcladas por Phil Spector, conformarían el álbum Let it be, el último publicado por Los Beatles, que destila una profunda melancolía. Sin embargo, su último trabajo,  su último impulso creativo juntos está en Abbey Road.

La ambición de los Beatles era 'terminar con una nota alta', puesto que la sensación generalizada era que se trataba, esta vez sí, del último disco. El resultado obtenido está a la altura de su leyenda, puesto que Abbey Road contiene un puñado de las mejores canciones de los Beatles, con todos sus miembros en la cumbre de su creatividad, pese a sus diferencias.

Innovaciones

Ringo, quizás el que mejor conservó el espíritu original de Liverpool, lo expresaba de forma directa: "Las gilipolleces se quedan a un lado, cuando se trata de música, se puede ver que es buena, que todos nos esforzamos al máximo". "Fue una época feliz", confirma George Martin, "todos trabajaron muy bien".

Lo cierto es que no todo fue estrictamente "como solíamos hacerlo": Yoko Ono se instaló en el estudio con los cuatro componentes del grupo, "los seres más egoístas de la tierra", diría Lennon, aludiendo en concreto a McCartney y Harrison. Este tuvo un considerable altercado con la compañera de John, que se atrevió a coger una galleta de un paquete que él había dejado sobre su amplificador.

Sin embargo, las sesiones, que habían comenzado el 1 de julio de 1969 en los estudios homónimos de Londres con la ausencia de Lennon, convaleciente durante dos semanas de un accidente de tráfico que había sufrido en Escocia, fueron una balsa de aceite en comparación con el Get Back Project.

Entre otras innovaciones, los Beatles dispusieron por primera vez de un equipo de grabación de ocho pistas, en lugar de las cuatro pistas habituales, y Harrison incorporó uno de los primeros sintetizadores creados por Robert Moog. El sonido de ese sintetizador se escucha, por ejemplo, en "I want you (She's so heavy)", la canción que los Beatles y George Martin mezclaron el 20 de agosto de 1969: fue la última vez que trabajaron los cuatro juntos en un estudio. El 25 de agosto, el disco estaba terminado.

El ascenso de Harrison

El álbum se abre con el toque funk-rock y la magistral línea de bajo de "Come together", seguida de "Something", una composición de Harrison que se convertirá en una de las canciones más célebres del grupo, además de su primera canción en ocupar la cara A de un single de los Beatles (doble cara A, en realidad, junto a "Come together": ambas llegaron al número uno tanto en Reino Unido como en Estados Unidos).

De hecho, Abbey Road supone la consolidación de Harrison como compositor, tras años a la sombra de la firma Lennon/McCartney. Además de "Something", que el propio John consideraba la mejor canción del disco y Paul la mejor que había escrito Harrison, George aporta la maravillosa melodía de "Here comes the sun", compuesta en el jardín de Eric Clapton cuando huía de los agobios empresariales que entonces rodeaban a los Beatles.

También se ocupó de los arreglos de "Octopus's garden", la aportación de Ringo al disco; aunque el batería solía cantar algún tema en cada disco, en los últimos introducía ya canciones propios, como esta pieza pop de puro escapismo.

Antes del medley, Lennon contribuye con dos temas más, ambos de corte experimental: "I want you (She's so heavy)", una larga canción de inspiración blues, y "Because", compuesta tras pedirle a Yoko Ono que tocara al revés la "Sonata claro de luna" de Beethoven, y que incorpora unas magníficas armonías vocales de Paul, George y John.

Ópera pop

McCartney, por su parte, estuvo días preparando su voz para que sonara especialmente desgarrada en "Oh Darling!", pero su principal aportación se encuentra en la concepción del medley que cierra el álbum, una serie de fragmentos de canciones inacabadas de John y Paul que se unieron formando una pequeña sinfonía u "ópera pop".

Se inicia con "You never give me your money" -un tema de Paul sobre los problemas financieros asociados a Apple, la compañía de los Beatles-, cuya melodía recupera después, al final de la sinfonía, en "Carry that weight".

Entremedias, se enlazan tres piezas de John, "Sun King" -de nuevo, resaltando las armonías vocales-, "Mean Mr. Mustard" y "Polythene Pam", que da paso a "She came in trough the bathroom window", una canción de Paul basada en una anécdota real: una fan que se coló en su casa de St. John Wood por la ventana del baño. El medley se cierra con "The end", que incluye el único sólo de batería ejecutado por Ringo en toda su carrera con los Beatles y un duelo de guitarras entre los otros tres componentes.

No es, en puridad, la última canción del disco, ya que Abbey Road incluía la primera canción oculta de la historia, "Her Majesty". Un ingeniero de sonido, John Kurlander, al que se le había recalcado que no despreciara ningún material de los Beatles, la colocó al final del álbum tras descartar Paul su inclusión en el medley. Allí quedó la pieza, de menos de 30 segundos, una visión algo satírica de McCartney sobre la reina de Inglaterra.

El final

No obstante, si se obvia "Her Majesty", el último verso de la última canción de los Beatles (que Lennon calificó de 'cósmico') resume para muchos lo que aportaron al mundo esos cuatro veinteañeros de Liverpool: "And in the end, the love you take is equal to the love you make" (Al final, el amor que recibes es igual al amor que entregas).

El 26 de septiembre de 1969 se publicaba el disco, que se convertirá en el segundo más vendido en la historia del grupo, con 30 millones de ejemplares, solo por detrás del Sgt. Pepper Lonely Hearts Club Band. Más allá de las ventas, su influencia, no sólo musical (su portada ha sido imitada en decenas de ocasiones), será amplísima.

Será la última lección de un grupo ya disuelto, pese a algunas sesiones fotográficas (para Rolling Stone, el 15 de noviembre, con los cuatro posando en la campiña inglesa)y la reunión de Paul, George y Ringo en el estudio de grabación de Abbey Road a principios de 1970, para grabar y mezclar "I me mine" con destino al Get Back Project, ya rebautizado como Let it be.

El 10 de abril de 1970, un mes antes de que se publicará ese álbum, McCartney anunciaba oficialmente la disolución del grupo, una conmoción para los fans, que, como era habitual en él, se encargó de aplacar Lennon: "Es algo natural, no es un gran desastre. La gente habla como si fuera el fin del mundo. Sólo es un grupo de rock que se separa. Tenéis todos los discos viejos si queréis recordar". Cuatro décadas después, el mundo sigue recordando a The Beatles.