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Obama: la reforma de salud en EE.UU. es una "obligación moral"

  • Para el presidente el acceso a la salud es un derecho y no un privilegio
  • Así lo ha dicho ante líderes religiosos de su país
  • Apuesta por reducir los precios de los seguros y mejorar la calidad de los servicios
  • Opositores a su plan se manifiestan armados en Arizona

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Manifestantes armados contra Obama

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que invierte gran capital político en su promesa de reformar el sistema de salud, ha afirmado ante líderes religiosos que la cobertura médica universal en su país es una "obligación moral".

"Algo que todos ustedes comparten es una convicción moral. Ustedes saben que este debate sobre el cuidado de salud apunta directamente a lo que somos como pueblo", ha afirmado Obama al inicio de una vídeo-conferencia con líderes del Consejo Nacional de Iglesias de EE.UU.

Obama salió al paso de las "falsedades" que propagan los detractores de la reforma para torpedear lo que consideró "es una clave obligación ética y moral de velar por el prójimo... donde, ahora mismo, en la nación más rica de la Tierra, hacemos caso omiso de ese deber".

La teleconferencia forma parte de la campaña de la Casa Blanca, encabezada por el propio Obama, para persuadir al Congreso y a la opinión pública sobre la urgencia de aprobar un plan que mejore la cantidad y calidad de la cobertura médica y abarate los costos de salud en el país.

Sólo que el plan reformista se ha topado con la resistencia de la oposición republicana y grupos afines, que hacen lo propio por pintarlo como un esfuerzo "socialista".

En el mensaje a líderes judíos, evangélicos, protestantes y católicos, cuya transcripción ha sido divulgada por la Casa Blanca, Obama ha reiterado lo que dijo durante la contienda en 2008, que el acceso a la salud es un derecho y no un privilegio.

"Creo que nadie en EE.UU. debe ser privado de un cuidado básico de salud sólo porque carece de un seguro médico. Y nadie debe quedar al borde de la ruina financiera porque una aseguradora le ha negado cobertura", ha insistido el mandatario.

Como ya lo ha hecho en asambleas populares, Obama se ha quejado de la campaña de "desinformación" y "ataques" en torno al debate sobre la reforma sanitaria, en el que algunos incluso "presentan falsos testimonios".

Ha explicado que ésta pretende, sobre todo, dar cobertura "asequible" a los más de 46 millones de personas que carecen de seguro médico; reducir los precios de los seguros, y mejorar la calidad de los servicios.

Esa cifra no incluye a las decenas de miles de personas que tienen cobertura precaria. Se calcula que una tercera parte de la comunidad latina en EE.UU. carece de un plan de salud, pero la reforma, de concretarse, negaría cobertura a los indocumentados.

En la actualidad, muchas aseguradoras niegan cobertura por ciertas condiciones "pre-existentes", o imponen límites a lo que pueden pagar. Por ello, ha explicado Obama, una eventual reforma mejoraría las opciones para los pacientes, levantaría los límites "arbitrarios" en los beneficios de salud, y obligaría a las aseguradoras a cubrir los servicios preventivos y las revisiones de rutina, entre otros elementos.

Obama inssite en que bajo la reforma nadie perderá ni el seguro ni el médico que ya tiene, si así lo desea. Ha tachado de "falsedades" los argumentos de que su Gobierno pretende financiar los abortos, proveer seguro a los indocumentados, o dictar la cobertura de los ancianos en su lecho de muerte.

Para contrarrestar las "tácticas de miedo", Obama ha pedido la ayuda de líderes de las comunidades de fe para que "toquen puertas, hablen con sus vecinos, y diseminen los hechos y hablen con la verdad".

Previo al encuentro, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, ha insistido en que Obama no ha cambiado de parecer respecto a la "opción pública" que debe ofrecer el Gobierno para competir con los seguros del sector privado.

Gibbs ha dejado en claro que Obama sigue prefiriendo la "opción pública" pero se mantiene abierto a otras ideas que ofrezcan a los pacientes "opciones y competencia". Ha agregado que, pese a la resistencia republicana, Obama espera que del Congreso salga una iniciativa con apoyo bipartidista.

El Congreso retomará el asunto al reanudar las sesiones el mes próximo. Por ahora, tres comités de la Cámara de Representantes, y uno del Senado, han votado sobre distintas versiones de la reforma de salud, pero falta un largo trecho para consensuar un sólo texto.

Se prevé que Obama continúe su ofensiva política y mediática a favor de la reforma este jueves con un acto en Washington ante militantes de la red 'Organizing for America', el brazo de movilización de bases del Comité Nacional Demócrata que lo ayudó a ganar las elecciones.

La oposición de algunos ciudadanos al plan del presidente se ha radicalizado en algunas zonas, como ha ocurrido en Arizona, donde han podido verse manifestantes armados -algo legal en ese Estado- muy cerca de donde Obama estaba ofreciendo un mitin. La Casa Blanca dice no estar preocupada por la seguridad del presidente, pero sí por el rechazo que se está generando hacia su reforma sanitaria.