Enlaces accesibilidad

Irán libera bajo fianza a la francesa acusada de instigar las protestas contra Ahmadineyad

  • Clotilde Reiss, de 24 años, ha salido bajo una fianza pagada por el Gobierno francés
  • Por ahora no puede abandonar el país asiático y permanecerá en la embajada francesa
  • Las autoridades iraníes la acusan de espiar e instigar las manifestaciones de junio

Por

La ciudadana francesa Clotilde Reiss, juzgada en Irán por espiar e instigar las manifestaciones que se produjeron en el país asiático tras las elecciones presidenciales celebradas en junio, ha sido liberada, según el Palacio del Elíseo, aunque aún no podrá regresar a su país.

La presidencia de Francia ha contado que Reiss, de 24 años, goza de "buena salud" y "tiene buena moral". La maestra, cuyo juicio terminó el pasado miércoles, saldrá de la prisión de Evin hacia la Embajada francesa en Teherán "a la espera de su regreso a Francia".

El ministro francés de Asuntos Exteriores, Bernard Kouchner, ha admitido que Francia había pagado una fianza que "no es enorme, no es de varios cientos de miles de millones de euros". El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ha hablado con ella por teléfono y le ha transmitido "su alegría" y su "pleno apoyo, así como el de los franceses".

Acusada de instigar las protestas

La joven profesora, lectora en la Universidad de Ispahan, envió fotografías a sus amigos de las manifestaciones que estallaron tras la polémica reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad, el pasado 12 de junio, según la diplomacia francesa. Tres semanas después, el 1 de julio, era arrestada en el aeropuerto Imán Jomeini de Teherán cuando se disponía a abandonar Irán.

Se le acusó de participar e instigar las protestas y se le juzgó en el macro juicio contra los opositores, junto a dos empleados locales de las embajadas del Reino Unido y Francia, acusados de participar en los disturbios.

El Gobierno francés, que ha defendido la inocencia de Reiss, ha presionado para que fuera liberada y el presidente Sarkozy había alabado "la dignidad y el coraje con la que estaba afrontando el proceso".

Irán ha acusado a Occidente, y en especial a Estados Unidos, el Reino Unido, Alemania, y Francia, de participar e instigar los disturbios postelectorales, con el objetivo de propiciar lo que denomina una "revolución de terciopelo".