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El Consejo de Seguridad aprueba una declaración edulcorada sobre la condena a Aung San Suu Kyi

  • Se limita a manifestar su "grave preocupación" por la sentencia contra la activista birmana
  • El texto propuesto inicialmente por EE.UU. reprobaba la condena y pedía su liberación
  • China, Rusia y Vietnam han obligado a rebajar el alcance de la declaración

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aprobado una declaración sobre Birmania en la que se limita a manifestar su "grave preocupación" por la nueva condena de arresto domiciliario pronunciada contra la activista democrática Aung San Suu Kyi, que deberá permanecer confinada en su casa otros 18 meses.

Según fuentes diplomáticas, el acuerdo para consensuar esta declaración, no vinculante, sólo ha sido posible este jueves, tras dos días de deliberaciones, después de varias reuniones bilaterales.

El texto, leído a los medios de comunicación por el embajador británico ante la ONU, John Sawers, que preside actualmente el Consejo de Seguridad, insta a la liberación de todos los prisioneros políticos de Birmania. ¿Los miembros del Consejo de Seguridad manifiestan su grave preocupación por la condena y la sentencia de Aung San Suu Kyi y su impacto político¿, señala la declaración.

Diálogo nacional

Pese a haber sido rebajado, el texto final incorpora ¿reiterar la importancia de la liberación de todos los prisioneros políticos¿. Asimismo, pide que ¿se tomen medidas para crear las condiciones necesarias para un genuino diálogo con ella y con todos los partidos y grupos étnicos con el fin de alcanzar una reconciliación nacional¿.

Inicialmente, Estados Unidos había propuesto un texto que reprobaba "la condena y la sentencia contra Aung San Suu Kyi y expresa una grave inquietud por el impacto político que este gesto tiene sobre la situación" en Birmania. La propuesta estadounidense también instaba a las autoridades birmanas "a liberar a Aung San Suu Kyi y al resto de prisioneros políticos".

Los 15 miembros del Consejo de Seguridad suspendieron las conversaciones a puerta cerrada el miércoles sin alcanzar un acuerdo, ya que varios países, entre ellos China y Rusia -con derecho de veto-, y Vietnam, argumentaban la necesidad de consultar a sus gobiernos.