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El incendio declarado en Jaulín ha arrasado ya 700 hectáreas

  • Las autoridades han desalojado de forma preventiva a 150 personas
  • El Gobierno de Aragón espera que el fuego se estabilice este miércoles
  • El calor el viento racheado complican las labores de extinción

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Un incendio en la localidad zaragozana de Valmadrid obliga a desalojar al menos a 150 personas

El incendio declarado en el término municipal de Jaulín, en Zaragoza, que ha obligado al desalojo preventivo de unas 150 personas de la localidad de Valmadrid y de tres urbanizaciones de María de Huerva, ha arrasado ya 700 hectáreas, según el Gobierno de Aragón. A primera hora de este jueves se incorporarán ls medios aéreos a las labores de extinción, que se abastecen del agua de las piscinas municipales.

El director general de Gestión Forestal del Ejecutivo regional, Alberto Contreras, ha afirmado que la situación es "complicada" por las condiciones meteorológicas, con temperaturas de cerca de 40 grados y viento sur muy caliente y racheado, lo que "complica mucho las labores de extinción".

Desalojo preventivo

El director general de Interior, Javier Artajo, ha explicado que el desalojo de Valmadrid y de las urbanizaciones de Bosque Alto, Montepinar y Val de Pinar, pertenecientes al término municipal de María de Huerva, es "preventivo". Artajo ha indicado que el Ejecutivo autonómico ha preparado un dispositivo en la localidad de la Puebla de Albortón, que previsiblemente no tendrá que ponerse en marcha porque la mayoría de las personas desalojadas se han traslado a sus primeras viviendas.

El fuego ha comenzado a primera hora de la tarde en Jaulín, a unos 28 kilómetros de Zaragoza, en una zona agrícola, y rápidamente se ha extendido a un área de pinar. El alcalde de Jaulín, Jesús Ontillés, ha afirmado que el fuego está en su "apogeo" y no está controlado "ni mucho menos", aunque ha asegurado que la localidad "no corre peligro" porque la dirección del viento va hacia Valmadrid.

Desde Valmadrid, ha explicado que los equipos de extinción han logrado controlar algunas zonas, pero no la totalidad del fuego, ya que las condiciones climatológicas y la abundante vegetación -sobre todo pinos y arbustos de romero- dificultan los trabajos.