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La minoría uigur en el exilio ha cifrado en hasta 800 las víctimas de los enfrentamientos en Xinjiang

  • El Congreso Mundial Uigur asegura las víctimas uigures oscilan entre 600 y 800
  • Las autoridades de Pekín sólo reconocen la muerte de 156 en los disturbios del domingo
  • La mayoría, según este organismo, han sido linchados por chinos de la etnia 'han'
  • La líder uigur Rebiya Kadeer denuncia los hechos en el Wall Street Journal Asia
  • Kadeer asegura que sólo el pasado 5 de julio murieron 400 personas a manos de la policía
  • Este miércoles se están produciendo nuevos linchamientos de uigures por parte de 'han'

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El Congreso Mundial Uigur (WUC), la más importante representación de esta minoría étnica de China en el exilio, ha cifrado en hasta 800 el número de víctimas mortales de los disturbios en la provincia china de Xinjiang esta semana. Pekín sólo ha reconocido 156 fallecidos en los disturbios del pasado domingo que han encendido la llama de los enfrentamientos entre esta minoría musulmana y la etnia han, mayoritaria en China.

Antes del nuevo balance, la disidente uigur en el exilio y dirigente del WUC, Rebiya Kadeer, ya había elevado la cifra oficial de los enfrentamientos del domingo a 400 muertos "por los tiroteos y palizas de la policía" en una columna de opinión en el Wall Street Journal Asia

Los linchamientos de uigures a manos de chinos 'han' se han repetido este miércoles en una cuarta jornada de violencia a pesar del fuerte dispositivo de seguridad con decenas de miles de agentes en las calles.

Kadeer, de 62 años, citaba fuentes uigures en el seno del "Turkestán oriental", el nombre que los militantes musulmanes utilizan para designar a Xinjiang. Según la líder en el exilio, los enfrentamientos se han extendido a otras zonas de Xinjiang, como Kashgar, e informaciones no confirmadas hablan de otros 100 muertos.

La líder disidente ha denunciado que la policía china está llevando a cabo detenciones de uigures de forma indiscriminada.  "Van casa por casa y arrestan a hombres uigures".

Pekín ha acusado a Kadeer, que vive en Estados Unidos desde 2005, de haber incitado la revuelta desde el exilio, algo que ella ha negado.

La líder disidente ha explicado que la manifestación del domingo, incialmente pacífica, fue respondida con una "fuerza excesiva" por la policía, y ha condenado la violencia de algunos uigures durante la protesta como la fuerza excesiva ejercida por China contra los manifestantes.

Entre 600 y 800 víctimas mortales

El secretario general del WUC, Dolkun Isa, ha señalado desde la central de su organización en Múnich, que la cifra oscila entre 600 y 800 víctimas mortales, según las noticias recibidas por diferentes vías desde China.

"Con seguridad fueron varios centenares" las víctimas mortales de la represión por parte de las fuerzas de seguridad y la propia población chinas, ha afirmado Isa en rueda de prensa.

El secretario general del WUC ha destacado que muchas de las víctimas de la minoría étnica uigur perecieron en linchamientos por parte de ciudadanos chinos armados con garrotes, palos y machetes.

Cuatro estudiantes de Medicina asesinadas

Isa se ha referido al caso concreto de cuatro estudiantes de la Facultad de Medicina de Urumqi que fueron asesinadas y decapitadas por ciudadanos chinos.

Igualmente ha asegurado que otros 150 ciudadanos de origen uigur fueron masacrados ante las puertas de una fábrica de tractores en Umruqi, localidad en la que se han producido los disturbios más graves.

"Hemos oído que en Umruqi estaban las calles sembradas de cadáveres", ha dicho por su parte el vicepresidente del WUC, Agar Can, quien ha hecho un llamamiento al Gobierno alemán para que acoja a los 13 uigures que se encuentran presos en la cárcel estadounidense de Guantánamo.

En ese sentido ha subrayado que Munich cuenta con la mayor comunidad uigur de Europa y sería el lugar ideal para que esos prisioneros puedan integrarse en la vida civil.

Las cifras de víctimas ofrecidas por el WUC contrastan con los cerca de 150 muertos de los que hablan oficialmente las autoridades chinas en los disturbios de Xinjiang.