Estados Unidos y Alemania expresan sus "dudas" sobre la reelección de Ahmadineyah

• El vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, considera poco creíble el resultado
• Alemania, importante socio de Irán, llama a consultas a su embajador en Berlín+
• Ambas potencias se muestran preocupadas por la represión de las manifestaciones
• Más de 170 personas, incluidos líderes opositores, han sido detenidos desde el viernes
• El perdedor Musavi pide anular los comicios y Ahmadineyad diálogo con nuevas condiciones

Continúan las protestas en Irán por el supuesto fraude electoral

Tras dos días de prudente silencio, las diplomacias occidentales han empezado a pedir explicaciones a Irán por la polémica reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad. Alemania ha llamado a consultas a su embajador en Berlín, mientras el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha expresado sus "dudas" sobre la limpieza de los comicios del viernes.

"Tengo dudas, pero vamos a reservarnos los comentarios hasta que no dispongamos de una amplia revisión de todo el proceso", ha dicho Biden. "Por el momento hay que aceptar" que Ahmadineyad sigue siendo el presidente, "pero hay muchas preguntas sobre la forma en la que se llevaron a cabo estas elecciones y ya veremos qué pasa", ha añadido.

Biden ha llamado la atención sobre la "sorprendente" contundencia de la victoria de Ahmadineyad (más del 62% de los votos) y en especial en las ciudades (alrededor del 70%), menos proclives a las ideas del líder ultraconservador.

Finalmente, el número dos de Obama se ha referido a la censura informativa y a la represión de las manifestaciones de opositores, lo que también le genera "dudas razonables" sobre las elecciones.

Pese a todas las críticas, ha dicho que los resultados no afectarán la política de EE.UU. hacia Irán, con el que tratará de entablar un diálogo tras tres décadas sin relaciones diplomáticas.

Tensión diplomática

Alemania tiene una relación más intensa con la República Islámica, de la que es gran socio comercial y mediador en la cuestión nuclear. Pero el mensaje es el mismo. El ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, se ha hecho eco de los "numerosos informes sobre fraude" recibidos en las últimas horas.

"Espero de las autoridades de Teherán que respondan con claridad a tales acusaciones", ha dicho el jefe de la diplomacia alemana. También ha anunciado que ha convocado este lunes por la mañana al embajadoriraní en Berlín para que dé explicaciones por la "inaceptable" represión de las manifestaciones en Teherán y las trabas a los periodistas que informan desde allí. Al menos dos reporteros han sido expulsados del país.

La oposición iraní se ha manifestado este domingo en varias ciudades alemanas (unas 300 personas en Colonia, 150 en Berlín) para denunciar la situación que se vive en Irán.

Al menos 170 manifestantes, incluidos algunos líderes de la oposición, han sido detenidos desde el viernes por la noche, según el último balance oficial.

Entre los arrestados está Abdula Ramezanzadeh, ex viceministro de Exteriores durante el gobierno del presidente Jatamí, y el director general de la plataforma política pro reformista Frente de Participación, Mohsen Mirdamadi.

Sigue la movilización

Tras la segunda jornada de violentas cargas policiales, a medianoche numerosas calles presentaban la tétrica imagen que permanece detrás de la batalla.

Contenedores y neumáticos ardiendo, mobiliario urbano destrozado y grupos de milicianos islámicos islámicos (Basij), armados con palos y porras, patrullaban la ciudad y reprimían a los viandantes, según la crónica de Javier Martín para la agencia Efe.

Como en los días previos a la revolución de 1979, familias enteras desafiaron las restricciones y se asomaron a las ventanas o salieron a la calle para observar los disturbios.

El líder de la oposición, Husein Musavi, ha pedido formalmente al Consejo de Guardianes la anulación de los comicios. Y ha instado a seguir con las protestas de forma pacífica.

Por su parte, miles de seguidores del otro bando se han manifestado también para celebrar la victoria. Ahmadineyad ha dicho que las elecciones fueron "limpias", ha acusado a la prensa internacional de injerencia y ha anunciado una propuesta de diálogo sobre su "irrenunciable" programa nuclear basada en las nuevas "condiciones" de la política internacional.