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Vuelo AF447 de Air France: el misterio de una fatal cadena de hechos para explicar el accidente

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AVIÓN MILITAR DE LA FUERZA AÉREA FRANCESA UTILIZADO EN LAS OPERACIONES DE BÚSQUEDA DEL AVIÓN DE AIR FRANCE DESAPARECIDO
Fotografía cedida por el Ministerio de Defensa francés que muestra el interior del avión militar utilizado en las operaciones de búsqueda del avión de Air France desaparecido en el océano Atlántico.

Una fatal cadena de hechos. Así explican en Francia lo que le sucedió al Airbus A330-220 de la aerolínea Air France, que desapareció mientras hacía la ruta Río de Janeiro-París con 228 personas a bordo. Después de que el ministro de Defensa brasileño confirmase que los restos hallados a 650 kilómetros la isla de Fernando de Noronha pertenecen a la aeronave, el Ejército francés disipa las dudas sobre la identidad de los restos del avión y asegura que "no duda" de que se trata del avión de Air France. Los expertos intentan ahora entender qué ocurrió la madrugada del lunes para que el avión terminara en las frías aguas del Atlántico. De momento, apuestan por una concatenación de fatales sucesos que desencadenaron el trágico accidente.

Una fuerte tormenta afectó a la ruta. La última vez que el aparato contactó con tierra atravesaba una zona muy propensa a las tormentas, conocida como 'Zona de Convergencia Intertropical': un área comprendida entre los trópicos de Cáncer y Capriconio en el que chocan con fuerza los vientos del norte y el sur y donde se desatan fuertes tormentas. El avión de Air France pudo sufrir la agresión del granizo y el viento, aunque los expertos consideran que por sí misma y por muy violenta que sea, una tormenta no puede derribar una aeronave, especialmente preparada para los vuelos trasatlánticos, como es el caso del Airbus A330.

  • El avión pudo recibir el impacto de un rayo.  Ésta fue la primera hipótesis de trabajo de los investigadores. Air France informó de que la aeronave mandó un mensaje automático a las 4.15 hora española de que tenía un cortocircuito tras una fuerte turbulencia. Un portavoz de la compañía aseguró que "existe la posibilidad de que el avión haya sido alcanzado por un rayo y haya sido fulminado", aunque los aparatos están también preparados contra fenómenos eléctricos. Cuando un rayo alcanza un avión, éste atraviesa todo el aparato hasta salir por la cola del aparato. Según explica a RTVE.es el piloto José María Íscar, portavoz del Sepla, las aeronaves "están diseñadas para soportar el impacto de un rayo". "Más allá de la impresión que produce, la incidencia sobre el avión es mínima, casi siempre", asegura

Una fuerte despresurización de la cabina podría explicar el hecho de que a ningún miembro de la tripulación le diera tiempo de lanzar un mensaje de socorro. Hasta que no sean halladas las cajas negras de la aeronave, la única información que se tiene de lo que realmente ocurrió son los mensajes que envió automáticamente el sistema aéreo de comunicaciónes -Aircraft Communications Addressing and Reporting System o ACARS-. Según informa el semanario francés Le Point, el vuelo AF 447 transmitió un mensaje de "violenta despresurización" de la cabina, que podría haber sido provocada por la rotura de una ventanilla o por un fuerte descenso de altitud, entre otras causas. Al ser tan repentino, no habría habido tiempo de reacción para utilizar las mascarillas de oxígeno y tanto los pasajeros como la tripulación podrían haber la conciencia.

Hielo en las sondas que dificultó el pilotaje. Según informa también el diario Le Point, el Airbus envió también a través de ACARS información que alertaba de hielo en las sondas externas de la aeronave. La pregunta es: ¿Es posible que el hecho de que la sonda estuviera congelada enviara información errónea a los sensores del sistema principal de la nave? Eso dificultaría enormemente el pilotaje del aparato, ya que los datos de altitud, por ejemplo, serían incorrectos.

  • Tampoco se descarta un error de humano o de hardware, sin embargo el Airbus desaparecido era prácticamente nuevo. Su primer vuelo data del 18 de abril de 2005 y el pasado 16 de abril pasó su última revisión. Sin embargo, fuentes de Air France aseguran que no se puede excluir "un repentino fallo mecánico o un fallo del diseño que haya pasado desapercibido". El piloto contaba con más de 11.000 horas de vuelo, 1.100 de las cuales al frente de aviones Airbus A330-220.