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Las FARC matan a siete soldados colombianos en una emboscada cerca de la frontera con Ecuador

  • Ha sido una emboscada cerca de una base de comunicaciones del Ejército en Nariño
  • El sábado, otros dos militares murieron cerca en otro ataque atribuido a la guerrilla
  • El 29 de abril, cerca de la frontera con Venezuela, ocho soldados murieron en combates

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Soldados colombianos transportan los cuerpos de sus compañeros muertos en un ataque de las FARC cerca de la frontera con Ecuador.
Soldados colombianos transportan los cuerpos de sus compañeros muertos en un ataque de las FARC cerca de la frontera con Ecuador.

Presuntos miembros de las FARC han matado a siete militares colombianos cerca de la frontera con Ecuador. Hace 12 días, otros ocho soldados murieron en otro ataque atribuido a la guerrilla en el otro otro extremo del país, junto a la frontera venezolana.

La operación ha tenido lugar este domingo cerca del caserío de Samaniego, en las inmediaciones de una base de comunicaciones del Ejército, en el departamento de Nariño. Otros cuatro soldados han resultado heridos leves.

Casi al mismo tiempo que se registraba ese ataque, del que no se han ofrecido más detalles, ha estallado un artefacto junto a una comisaría de Samaniego, sin causar víctimas.

"Las FARC son terroristas que atacan con explosivos", ha denunciado el presidente colombiano, Álvaro Uribe.

El delegado del Gobierno en Nariño, Fabio Trujillo, ha atribuido las dos operaciones a miembros del frente Mariscal Sucre, un grupo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia implantado en la región.

Esta acción se une a la del sábado, también en Nariño, en la que la detonación de una canoa cargada de explosivos mató a dos infantes de Marina.

Tensión en las fronteras

No muy lejos de allí, aunque unos cientos de metros al otro lado de la frontera, el 1 de marzo del 2008 fuerzas colombianas bombardearon un campamento y mataron a 21 presuntos miembros de las FARC, entre ellos su dirigente Raúl Reyes. La operación causó una grave crisis diplomática por la "violación de la soberanía" de Ecuador, con quien se solidarizó Venezuela.

Por su parte, el gobierno del conservador Uribe acusó a sus homólogos ecuatoriano y venezolano, los izquierdistas Rafael Correa y Hugo Chávez, de tener vínculos con la guerrilla, lo cual han negado ambos.

No obstante, parece que en los dos territorios cuentan con bases desde la que lanzan ataques a Colombia. Hace menos de dos semanas, el 29 de abril, otros ocho militares murieron en combate con las FARC cerca de la frontera venezolana.

Por otra parte, Uribe ha vuelto a rechazar las condiciones de las FARC para la liberación del soldado Pablo Emilio Moncayo, secuestrado en 1997. En abril pasado, las FARC anunciaron que entregarían a Moncayo a una comisión encabezada por la senadora opositora Piedad Córdoba, a lo que se niega el presidente colombiano, que sólo autoriza la presencia de la Iglesia Católica y la Cruz Roja Internacional. 

"No podemos permitirle a este grupo que siga haciendo de la obligación de (..) liberar a los secuestrados, un acto de hipocresía política, al tiempo que sigue asesinando a los soldados de la patria".

En principio, las FARC pretendían canjear a Moncayo y una veintena de militares más en su poder por unos 500 rebeldes presos.