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Carla Bruni eclipsa al propio presidente francés en su 'pasarela' por Madrid

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Reunión de primeras damas
Sonsoles Espinosa, la esposa del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, junto a la primera dama de Francia, Carla Bruni, al inicio del encuentro que han mantenido en el Palacio de La Moncloa,

La prensa española se ha rendido al encanto de la primera dama francesa, Carla Bruni, en la primera visita oficial del matrimonio francés a España.

La ex modelo italiana ha despertado una inusitada expectación mediática en su recorrido por los actos oficiales junto al presidente galo Nicolás Sarkozy, quien en realidad era el verdadero protagonista de la visita.

Carla bruni aterrizaba en Barajas con un vestido negro ajustado y una blusa bolero de su diseñador fetiche Azzedine Alaïa y por supuesto con sus inseparables Loubutin que se distinguen del resto de zapatos por su suela roja.

Todos los flashes la apuntaban a ella, que acostumbrada a las pasarelas, no defraudó en  gestos y posados.

Duelo de princesas

Más tarde Bruni, vestida con un traje corto azul, acudió al palacio de la Zarzuela junto a su esposo, donde fueron recibidos por el Rey, la reina Sofía y los Príncipes de Asturias, quienes les ofrecieron un almuerzo oficial.

Era uno de los momentos más esperados, el duelo de princesas del estilismo: Carla, de 41 años frente a Letizia de 36.

La primera dama francesa adoptó en todo momento un comportamiento desenvuelto y casi informal, saludando a la Reina con un abrazo y dos besos, al igual que hizo con la princesa Letizia, quien para este primer encuentro eligió un vestido en color burdeos, ajustado como el de Bruni.

En ningún momento Carla Bruni hizo la reverencia a los reyes, aunque el protocolo español, al contrario que el de otras casas reales más rígidas, permite elegir entre hacer o no la reverencia.

Ante tal espectación el propio Sarkozy se mostraba encantado del "éxito" de su esposa y no tuvo reparo en declarar durante un acto con la comunidad francesa en la residencia del embajador galo que "no sabía que una italiana convertida en francesa pudiera representar tan bien a Francia como lo está haciendo en Madrid".

Un modelito para cada ocasión

De nuevo Bruni se cambió de modelito, esta vez eligió un Dior en azul noche, para acudir al Museo del Prado junto a los Reyes, donde estuvo más comedida en gestos.

El plato final de la jornada tenía lugar en el Palacio Real, donde se celebró una cena con 140 comensales. Entre ellos, el torero Curro Romero y el chef Juan Mari Arzak. Letizia repitió el vestido plateado

que lució el día antes de su boda. Mientras, Bruni, con un moño perfecto, escogió un conjunto de terciopelo azul noche con un generoso escote de espalda y  la Reina con el rojo que, dicen, reserva para las ocasiones alegres.

La Reina la esperó durante media hora

En principio no estaba previsto que este martes Bruni acompañara a su esposo al Congreso de los Diputados, por eso su visita al museo Reina Sofía se había programado a las 11.20 de la mañana.

Pero la sesión del Congreso se retrasó y la primera dama francesa llegó media hora tarde al museo de arte moderno donde le esperaba la Reina.

Esta vez la primera dama francesa escogía con un conjunto de pantalón negro y chaqueta corta con manga tres cuartos negra adornada con un cuello y una bajo manga blanca que daban la apariencia de una blusa. Doña Sofía, fiel a su estilo, ha vestido un traje chaqueta color verde agua.

La primera dama ha dedicado la visita a contemplar exclusivamente las obras del escultor Julio González, afincado en París hasta su muerte.

Las muestras de cariño a la llegada se volvieron a dar a la salida, cuando Burni se despidio cariñosamente de la Reina, antes de dirigirse al Instituto Francés.

Almuerzo de Bruni y Sonsoles

Tras esta visita Bruni acudia al palacio de la Moncloa donde Sonsoles Espinosa ha salido a las escalinatas del Palacio de la Moncloa para recibir a la primera dama francesa. Una imagen inédita porque nunca, hasta ahora, se le había visto ejercer de anfitriona.

Sonsoles, siempre discreta, no suele participar en este tipo de reuniones, pero en esta ocasión ha acordado un almuerzo junto a la mujer del presidente francés en el Palacio de La Moncloa, mientras sus maridos cierran con una comida la XXI cumbre bilateral.

Posteriormente, las dos se han sumado a sus maridos para compartir el café y después el matrimonio Sarkozy regresa a París.