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Obama recibe en mayo a los presidentes de Afganistán y Pakistán

  • La cita es en Washington los próximos días 6 y 7 de mayo
  • La reunión será a dos y tres bandas
  • Obama considera esencial su cooperación para ganar la guerra contra los talibanes
  • EE.UU ha reforzado sus tropas en Afganistán con 21.000 efectivos
  • La principal preocupación es la estabilidad del gobierno de Islamabad

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Obama recibirá en Washington los próximos días 6 y 7 de mayo a los presidentes de Afganistán y Pakistán como parte de su nueva estrategia en la región. El pakistaní, Ali Zardari, y el afgano, Hamid Karzai, mantendrán encuentros separados con el Presidente de los Estados Unidos para luego elevar el tono de la reunión a una cita trilateral.

Obama considera esencial la cooperación entre ambos países para su nueva estrategia en la región. Afganistán y Pakistán comparten frontera. Los talibanes y Al Qaeda se han hecho fuertes en sus santuarios de la región montañosa de Waziristán, en el lado pakistaní, desde donde dirigen su ofensiva contra las tropas de la OTAN en territorio afgano y lanzan ataques suicidas contra la población en Islamabad y Lahore.

La principal preocupación de la administración estadounidense es la estabilidad del gobierno civil de Pakistán y su capacidad para atajar el creciente desafío de los extremistas musulmanes. El servicio secreto pakistaní suministra apoyo logístico, militar y económico a los talibanes. La última señal de la debilidad de Zardari ha sido su visto bueno a la aplicación de la sharia, la ley islámica, en el valle del Swat, a menos de 200 kilómetros de la capital.

Palo y zanahoria en una tierra inconquistable

El problema de Washington es que no tiene tropas en Pakistán para hacer frente a la amenaza extremista. Debe lanzar sus contraataques desde el lado afgano de la frontera, esencialmente mediante misiles dirigidos por aviones no pilotados, los famosos drones, ya que Pakistán rechaza la entrada de tropas extranjeras.

Para suplir estas carencias, Estados Unidos ha incrementado considerablemente su ayuda económica a Islamabad. En la conferencia de donantes que se celebró el pasado viernes en Tokio, Washington comprometió mil millones de dólares como anticipo de los 7.500 millones que aprobará el Congreso para los próximos cinco años. A esa cantidad hay que añadir otros 3.000 millones en ayuda militar.

Al otro lado de la frontera, la estrategia es doble. Obama ha reforzado sus tropas en Afganistán con 21.000 efectivos. Pero el dispositivo se complementa con cientos de asesores civiles para entrenar al ejército afgano, atajar la corrupción del gobierno, combatir el narcotráfico y elevar el nivel de vida de la población. La guinda es incorporar a la solución de problema a otros países con intereses en la zona, como Rusia, India -rival nuclear de Pakistán- e Irán.