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Estados Unidos quiere tratar directamente con Irán la cuestión nuclear

  • La embajadora ante Naciones Unidas dispuesta a la negociación diplomática con Teherán
  • Susan Rice da otro ejemplo de "grandes zanahorias y grandes palos" frente a Irán
  • El Consejo de Seguridad aplaza de momento nuevas sanciones
  • Estados Unidos y sus aliados sospechan que Teherán desarrolla el arma nuclear
  • Rice advierte que aumentarán la presión si Irán no cumple las resoluciones

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La flamante embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, ha dicho que la nueva administración norteamericana considera una prioridad frenar el programa nuclear iraní y están dispuestos a negociar directamente con Teherán. "Seguimos profundamente preocupados por la amenaza que supone el programa nuclear iraní a toda la región, a los Estados Unidos y a la comunidad internacional".

Tras entrevistarse 45 minutos a puerta cerrada con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, la embajadora ha señalado que Estados Unidos "se va a involucrar activamente en la cuestión, lo que incluye la diplomacia directa con Irán". Rice no ha dado detalles concretos sobre este nuevo giro de la política exterior de Washington y se ha remitido a la diplomacia fuerte y el poder inteligente que anunció la secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Clinton aseguró hace dos semanas ante el Senado que dialogaría con Irán para que clausure su programa de armas nucleares y su patrocionio del terrorismo, en referencia a Hamas y Hezbolá. "Obama y la nueva administración harán todo lo que sea necesario para impedir que Irán se convierta en un Estado nuclear". "No descartamos ninguna opción en absoluto".

En este sentido, Susan Rice ha advertido que "el diálogo y la diplomacia deben ir de la mano de un mensaje firme de Estados Unidos y la comunidad internacional: Irán debe cumplir las obligaciones impuestas por el Consejo de Seguridad. Su rechazo a hacerlo sólo servirá para endurecer la presión".

Las sanciones quedan aparcadas de momento

El año pasado, el ex presidente George W. Bush presionó a sus aliados para que aplicaran nuevas sanciones a Irán por su rechazo a suspender su programa de enriquecimiento de uranio. Sin embargo, los cinco miembros del Consejo de Seguridad junto con Alemania -conocidos como el P5+1- pusieron en cuarentena la decisión hasta que Obama tomara posesión, según señalan fuentes diplomáticas.

Estados Unidos, la Unión Europea y otros países occidentales sospechan que Teherán está desarrollando armas nucleares. Irán ha rehusado congelar su programa porque insiste en que sus ambiciones se limitan a la producción de electricidad y otras aplicaciones pacíficas.

Bush descartó el uso un ataque preventivo

Bush se negó a apoyar el año pasado un ataque preventivo de los israelíes.El objetivo era destruir la principal planta de enriquecimiento de uranio en Natanz. Los israelíes solicitaron bombas especiales para reventar bunkers subterráneos y permiso para sobrevolar el espacio aéreo iraquí. Bush suavizó la negativa al gobierno de Ehud Olmert autorizando operaciones encubiertas para sabotear el programa iraní de armas nucleares. Algunas ya se han llevado a cabo pero sólo han servido para retrasarlo.

El Washington Post ha descrito como Irán sortea las sanciones a través de internet y empresas tapadera para hacerse con tecnología militar punta. Por ejemplo, para fabricar las bombas IED que hacen estragos en las tropas norteamericanas en Irak.