Enlaces accesibilidad

Piden 26 años de prisión para la pareja acusada de agredir a una niña que quedó discapacitada

  • La Fiscalía rebaja la petición a 19 años de cárcel por intento de asesinato
  • Se ha solicitado una indemnización de 1,5 millones de euros para Alba
  • La niña entró en coma después de una brutal paliza y sigue en silla de ruedas
  • El padre de la pequeña no sospechó de los malos tratos

Por

En la Audiencia de Barcelona comienza el juicio contra el compañero sentimental y para la madre de Alba, la niña maltratada de Montcada i Reixac. Un caso que conmocionó a la opinión pública, puso de manifiesto problemas de coordinación de las administraciones y provocó la firma de un protocolo para mejorar la atención a la infancia.

La Generalitat y la Fiscalía piden 26 y 19 años de prisión, respectivamente, para cada uno y que indemnicen con 1,5 millones de euros a la menor porque necesitará apoyo de por vida a causa de las graves secuelas de las palizas.

La Generalitat imputa a la madre de Alba, Ana María C., y a su pareja, Francisco Javier P. un delito continuado de lesiones, violencia habitual y un delito continuado de tratos inhumanos y degradantes.

El Ministerio Público les acusa de intento de asesinato, de violencia doméstica habitual y delito continuado contra la integridad física. La parte acusatoria solicita la misma pena para los dos procesados al entender que si bien él pudo maltratar a la menor, lo hizo con la aquiescencia de ella.

El padre de Alba no sospechó

El padre de la pequeña, Álvaro Caldas, ha señalado que nunca sospechó de los malos tratos. Entrevistado en Radio Nacional, ha confirmado que la niña dice "papá", es muy alegre e "imita ruidos de animales".

Caldas ha añadido que Alba no quería volver a casa de su madre pero que pensó que era por "problemas en la pareja" o porque "había mal ambiente", también apunta que como la mayoría de los golpes eran en la cabeza la niña no presentaba moratones.

Según el escrito de la Fiscalía, entre noviembre de 2005 y marzo de 2006, los dos imputados, o al menos Francisco Javier P. "con el conocimiento y la aquiescencia" de Ana María C. -quien "no trató en ningún momento" de proteger a su hija-, agredieron a Alba en diversas ocasiones.

En dos ocasiones, el acusado ató a la niña a una silla del comedor, le obligó a tragarse sus propios vómitos, le tapó la boca con cinta aislante y le introdujo agua con una jeringuilla.

Brutal paliza

La noche del 4 de marzo de 2006, cuando se disponían a ir a una fiesta, Francisco Javier P.E. le dijo a su compañera que bajara a la calle con su hija, mientras él le ponía la chaqueta a Alba, y así lo hizo la imputada, "aceptando, en consecuencia, las elevadas posibilidades de que su hija sufriera un grave atentado contra su integridad física".

La niña, de cinco años, extremadamente delgada, fue agredida "de forma brutal". Su padrastro le propinó bofetadas, puñetazos y la tiró al suelo o contra la pared "con gran violencia", lo que le ocasionó un traumatismo craneoencefálico, que la dejó en coma, y una parada cardiorrespiratoria.

Cuando llegó al Hospital Vall d'Hebron, fue intervenida de urgencias y sometida a diferentes operaciones para tratar los problemas respiratorios,  neurológicos, hemodinámicos, dermatológicos, hematológicos que presentaba. Además, sufría fiebre y desnutrición extrema por "la falta de cuidados y asistencia mínimos imprescindibles".

La menor sufrió "numerosas complicaciones médicas, algunas de las cuales persisten en la actualidad y se prevén definitivas". De hecho, necesita ayuda para realizar las actividades de la vida diaria e, incluso, para mover su silla de ruedas, ya que sufre tetraparesia, falta de movilidad de las extremidades.