Enlaces accesibilidad

Stephen Harper no termina de convencer a los canadienses

  • El primer ministro revalida su mandato pero sin mayoría absoluta
  • Harper no consigue obtener buenos resultados en Québec
  • El líder conservador mantiene estrechos vínculos con los republicanos de EE.UU

Por
El líder conservador Stephen Harper no logra la mayoría absoluta
El líder conservador Stephen Harper no logra la mayoría absoluta

El líder del Partido Conservador de Canadá,  Stephen Harper, consigue su segunda victoria electoral consecutiva y mantendrá su puesto como primer ministro, pero ha fracasado en su intento de gobernar con mayoría absoluta.

Harper, que en las elecciones del 2006 consiguió romper la hegemonía de 13 años del Partido Liberal, había lanzado un envite al disolver el Parlamento en septiembre, con la intención de lograr una sólida mayoría y gobernar con tranquilidad durante los próximos cuatro años.

Para conseguir el objetivo, Harper -nacido en 1959, casado y con dos hijos- impuso su estilo personal en la campaña y controló de forma férrea las apariciones públicas de los otros 307 candidatos conservadores en un intento de aprovechar su buena imagen para atraer a los electores.

En las dos últimas semanas, Harper realizó una serie de controvertidas declaraciones y anuncios que acabaron por hundir su apoyo popular en la provincia de Québec, precisamente donde los conservadores esperaban aumentar su presencia para conseguir la mayoría.

Primero lanzó un ataque frontal contra el mundo cultural canadiense y acusó a los artistas de vivir gracias a las subvenciones públicas, y de estar desconectados con el público en general. Después, el líder conservador anunció el endurecimiento de las penas contra menores.

Finalmente, Harper criticó al líder de la oposición, el francófono Stéphane Dion, por las dificultades que tuvo durante una entrevista televisiva para entender una pregunta en inglés.

Québec se resiste

La incapacidad de Harper para entender la idiosincrasia de Québec, sin duda el territorio más complicado del país, escenifica las dificultades de los conservadores para convencer a los canadienses de que se merecen su confianza para gobernar en mayoría.

Harper parecía el político conservador destinado a lograrlo pero en su primera oportunidad real ha fallado pese a que en 2003 consiguió reunificar a la derecha canadiense, hasta entonces dividida en el Partido Conservador, en el este del país, y la Alianza Canadiense, arraigada en la provincia de Alberta, al oeste.

Harper, nacido en Toronto, se crió en Alberta, cuna de la ideología más conservadora del país que mantiene estrechos vínculos con la derecha del Partido Republicano estadounidense.

Para conseguir la unidad, Harper reconoció en el 2006 que tuvo que "evolucionar" y dulcificar la imagen del conservadurismo de Alberta. A pesar de ello, en el 2006 el periódico Washington Post lo calificó como "el líder más pro estadounidense del mundo occidental". Pero su evolución y la del Partido Conservador parece que no han sido suficientes para convencer a la "rebelde" Québec.