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La UE da un paso ecológico y prohibe el uso de bombillas incandescentes a partir de 2010

  • Se promueve el uso de bombillas eficientes, cuyo consumo es hasta cinco veces menor

La iniciativa reducir

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Los países de la Unión Europea (UE) han acordado prohibir el uso de bombillas incandescentes a partir de 2010 en un esfuerzo por generalizar el uso de aparatos domésticos de diseño ecológico.

Los ministros de Energía han aprobado en Luxemburgo unas conclusiones con las que pretenden completar la legislación europea ya existente sobre materia ecológica.

Esta medida afecta a numerosos productos como lavadoras, lavavajillas y hornos eléctricos y promueve el empleo de bombillas eficientes, con las que, según los ecologistas, se reduciría el consumo de energía en un 60%, lo que equivale a unos 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

En concreto, los ministros han apoyado que "todos los productos de alumbrado domésticos con menor rendimiento estén prohibidos a la venta a partir de 2010, cuando existan fórmulas de sustitución", reza el texto de conclusiones.

Los ministros han dejado claro, eso sí, que no se quiere reducir el suministro en el mercado ni perjudicar al usuario en ningún sentido.   Asimismo, han destacado que quieren que se respeten todos los parámetros del diseño ecológico, en particular la rentabilidad.

Una medida que se queda corta para los ecologistas

La medida ya ha provocado reacciones en los grupos ecologistas como WWF, que la ha considerado "un paso adelante positivo".

Según calcula WWF, el consumo de las bombillas incandescentes es de tres a cinco veces superior al de las bombillas eficientes y su sustitución contribuiría a la reducción del consumo de energía en iluminación un 60%, lo que equivale a unos 30 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.

Sin embargo, esta organización ha lamentado que la UE no haya adoptado aún un objetivo obligatorio de reducción del consumo energético primario en un 20% para 2020.

"Mantener la eficiencia energética como una herramienta opcional no nos conducirá hacia la necesaria reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 30% en 2020", ha asegurado la ONG en un comunicado.

Los ministros sí han hecho mención a esta reducción del consumo anual de energía primaria, que ya figuraba en unas conclusiones anteriores, pero no han ido más allá en la concreción de ese objetivo.

También se han mostrado a favor de la adopción de una política integrada en materia de clima y energía basada en tres objetivos fundamentales: la lucha contra el cambio climático, la seguridad del abastecimiento y el mantenimiento de la competitividad de las economías europeas.