Enlaces accesibilidad

Sitges se rinde al regreso de Guy Ritchie

  • El marido de Madonna presenta fuera de concurso 'Rocknrolla'
  • La película retrata el Londres actual con un tono similar a 'Snatch:cerdos y diamantes'
  • El belga Frabrice du Waltz retrata la búsqueda de un matrimonio de su hijo perdido en Tailandia
  • La cinta de animación japonesa 'Sky crawlers' ha sido la última propuesta del día

Por

El director británico Guy Ritchie ha demostrado que es algo más que el marido de Madonna con su último trabajo Rocknrolla, que ha sido recibida con aplausos y carcajadas en el Festival Internacional de Cine de Sitges, donde ha sido proyectada fuera de concurso.

Un público entregado ha entrado en el juego propuesto por Ritchie, en una película con un endiablado ritmo, en la que retrata un Londres actual, una ciudad en plena transformación, donde se relatan las trifulcas en las que se ven envueltos delincuentes varios y un magnate ruso con nombre, apellidos e incluso cierto parecido físico con el propietario del equipo de fútbol del Chelsea, Roman Abramovitch.

Con acción, humor, situaciones al límite y personajes que no son nunca lo que parecen, esta RocknRolla acerca a Ritche otra vez a sus películas como Snatch, cerdos y diamantes, del año 2000, y que tanta popularidad le reportó, con un Brad Pitt, de boxeador gitano, y Benicio del Toro como ladrón de diamantes.

El elenco de actores, en esta ocasión, está encabezado por un creíble y al final tullido Gerarg Butler,  rodeado de un Tom Wilkinson inmenso, sin que desmerezcan el resto de ellos: Jeremy Piven, Thandie Newton, Idris Elba y Chris 'Ludacris' Bridges.

Búsqueda en Tailandia

Por su parte, en la sección oficial se ha proyectado Vilyan, la última película del belga Fabrice du Weltz, que está protagonizada por la actriz francesa Emmanuelle Béart y el inglés Rufus Sewell. Ambos dan vida al matrimonio Belhmer, que busca a su hijo desaparecido cuando en el tsunami que arrasó Tailandia.

Filme "atmosférico" y "obsesivo", según ha reconocido su director, quiso que empezara siendo un "remake" de la película de Chicho Ibáñez Serrador, ¿Quién puede matar al niño?, del año 1976, pero al final "ha quedado en algo muy diferente".

Aunque no ha tenido una cálida acogida durante su pase esta mañana en el Festival Internacional de Cine de Sitges, mantiene du Welz que con su segunda película quería "acercarse a la audiencia", en una cinta que tiene muy "impregnado" el espíritu tailandés.

En ella se nota la dureza del rodaje, tanto por las condiciones climáticas, como por el hecho de trabajar en la selva con muchos niños "que se subían a los árboles y no paraban".

Animación japonesa

Durante la jornada de hoy, también se ha podido ver la cinta de animación The Sky crawlers, del japonés Mamoru Oshii, que compite en la sección oficial Fantástico, y que muestra a unos niños inmortales (denominados kildren) luchando siempre en sus aviones, sin preguntarse el por qué de esta guerra perpetua.

Se trata de una parábola social en la que unos adolescentes que no envejecen jamás se enfrentan unos con otros en una guerra ficticia, detrás de la cual se encuentran dos corporaciones industriales.

Con unos dibujos de colores suaves y brillantes, Oshii, considerado uno de los más notables en el campo de la animación actual, consigue una propuesta existencialista, en la que los "kildren" se preguntan sobre la necesidad que tienen de crecer cuando viven permanentemente al borde de la muerte