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El hombre que los McCann nunca pudieron buscar

  • La Policía portuguesa elaboró un retrato robot de un sospechoso que nunca divulgó
  • Se basó en los testimonios de dos testigos que vieron a un hombre deambulando por la zona
  • Una amiga de los McCann creyó ver a Maddie con un "hombre misterioso"

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Imagen de los dos retratos robot elaborado por la policía portuguesa.
Imagen de los dos retratos robot elaborado por la policía portuguesa.

Cuando Jane Tanner, una amiga de Jerry y Kate McCann, creyó ver a la pequeña Maddie siendo secuestrada por un hombre misterioso junto al parking de la urbanización de Praia da Luz, quizá no le traicionó la vista.

Su mapa, perfectamente trazado, ha sido divulgado junto a los retratos-robot de dos posibles sospechosos que estuvieron merodeando por la zona en los días inmediatamente anteriores a la desaparición, identificados por dos británicos que acudieron prestos a declarar tras conocerse los hechos.

Ambos elementos refuerzan la teoría del 'tercer hombre', ese misterioso desconocido que se pudo llevar a la pequeña y nunca más se supo de él, pese a la campaña internacional iniciada por los padres, luego acusados de su desaparición.

Finalmente, la justicia portuguesa los ha exonerado de haber cometido una negligencia al haber dejado solos a sus hijos, así como de su supuesta implicación a raíz del ADN encontrado en el coche que habían alquilado, que desató la acusación contra el matrimonio pese a que los indicios no eran concluyentes.

Ese 'tercer hombre' era joven, con piel blanca, pelo negro y ojos profundos y mirada queda. No es un retrato demasiado exacto, pero es la que tenía la policía portuguesa de dos testigos, Derek Flack y Lance Purser, que coincidieron en la descripción de un hombre desconocido que estuvo merodeando por el apartamento de los McCann antes de la desaparición, según informa el Daily Telegraph.

Testimonios coincidentes

Flack, un turista británico, lo vio antes de que desapareciese. Purser, un expatriado, también. En concreto, el primero de ellos vio entre el 2 y el 3 de mayo -el día que Madeleine desapareció- a un hombre junto a una camioneta blanca y sucia, mirando fijamente a la galería de la planta baja del apartamento donde estaban los McCann.

El hombre, de entre 25 y 35 años, era de estatura media, con pelo corto, ralo, negro y con flequillo.

Según se recoge en las pesquisas policiales dadas a conocer a los periodistas tras cerrar el caso, Flack prestó declaración inmediatamente después de la desaparición de Madeleine, alertado porque no había visto nunca con anterioridad a ese hombre, que se comportaba de manera extraña.

El mismo día que Flack,  Purser hizo una declaración similar hablando de un hombre que perdía el tiempo en los alrededores. Habla de un hombre delgado, de piel blanca, de alrededor de 35 años, con pelo a la altura del cuello.

Con ambas descripciones, la policía portuguesa elaboró dos retratos robot coincidentes en muchos rasgos que nunca llegaron a ser divulgados para respetar el secreto de sumario y por el miedo a que se focalizase la investigación demasiado en esa línea.

Indignación de los McCann

El problema es que dicho retrato nunca fue entregado ni a Kate ni a Jerry McCann, que han manifestado estar "francamente indignados" por no conocer ambos retratos robot hasta ahora.

"Es la primera vez que conocían la existencia de estas imágenes. Otra vez, uno se tiene que preguntar por lo que la Policía estuvo haciendo al no poner a disposición ese material a tiempo", ha denunciado Clarence Mitchell, portavoz de la familia.

Los McCann se quejan de que esos retratos podrían haber jugado un papel clave para eliminar a unos sospechosos o para identificar a alguna persona que quisiera abandonar el país en los días inmediatamente posteriores a la desaparición.

Además, podrían haber sido colocados alrededor del país para fomentar la colaboración ciudadana en un momento en el que el caso Madeleine empezaba a cobrar una relevancia internacional cada vez mayor.