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Francia se tiñe de color mediterráneo y del azul de la ONU en la fiesta nacional del 14 de julio

  • El desfile ha contado con la presencia de los líderes que han lanzado la Unión por el Mediterráneo
  • La parada militar la han abierto 150 cascos azules y un centenar de militares franceses
  • Siete miembros de Reporteros sin Fronteras han sido detenidos en los actos
  • Protestaban por la presencia del presidente sirio en la tribuna de autoridades

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Francia celebra su día nacional con el tradicional desfile militar

Una fiesta nacional con un especial tinte europeo y mediterráneo, donde la protagonista de este año es Naciones Unidas. El tradicional desfile militar de los Campos Elíseos se ha celebrado en París marcado por la presencia de los líderes de los países ribereños de las dos orillas que baña Europa y el norte de África. Entre ellos, ha estado el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero.

En el desfile, han participado cascos azules de la ONU desplegados en misiones de paz en el Líbano, Chipre y el Golán. La parada la han abierto unos 150 cascos azules de 24 nacionalidades, entre ellos siete españoles, que sirven en alguna de estas tres operaciones de la ONU en el Mediterráneo y más de  un centenar de militares franceses que acaban de regresar del Líbano.

El presidente francés y de turno de la Unión Europea, Nicolas Sarkozy, decidió invitar al desfile a los más de 40 jefes de Estado o Gobierno de Europa y de la orilla sur del Mare Nostrum que se reunieron en París para lanzar la Unión por el Mediterráneo (UPM).

El invitado de honor del desfile es el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que también asistió a la cita de alumbramiento de la UPM, una apuesta para refundar la relación entre Europa y la orilla sur del Mediterráneo sobre una base de igualdad y proyectos concretos.

La polémica presencia de Siria

Pero el desfile de este 14 de julio, bajo extremas medidas de seguridad, no ha estado exento de polémicas, por varias razones: por la presencia en la tribuna presidencial del presidente sirio, Bachar al Asad, y por la tensión entre Sarkozy y el Ejército francés.

Más allá de las críticas de ONG por la situación de los derechos humanos en Siria, ex cascos azules franceses en el Líbano están indignados porque responsabilizan a Damasco del atentado de octubre de 1983 en Beirut, que mató a 58 soldados galos.

Siete detenidos de Reporteros sin Fronteras

La presencia de Bachar al Asad ha provocado la protesta de Reporteros sin Fronteras (RSF) bajo el lema "Asad, depredador de la libertad de prensa". Siete miembros de la ONG, incluido su secretario general, Robert Ménard, han sido arrestados poco antes del inicio del desfile.

Algo que se le escapó al propio presidente sirio, al que el servicio de protocolo del Elíseo se encargó de colocar en la tribuna de personalidades diplomáticamente alejado del primer ministro israelí, Ehud Olmert, con cuyo país sigue formalmente en estado de guerra.

Al llegar a la tribuna, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha saludado a los líderes y a las personalidades políticas, incluido el responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, y ha dado un apretón de manos caluroso al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, al que había sacado varias sonrisas una conversación con su homólogo italiano, Silvio Berlusconi.

Muchos de ellos también se quedaron a un almuerzo oficial ofrecido por el jefe del Estado francés, tras el cual iba a ser condecorada por éste la ex rehén de la guerrilla colombiana de las FARC Ingrid Betancourt.

Malestar por la reestructuración del Ejército

Mientras, es palpable el malestar entre las Fuerzas Armadas con Sarkozy por el anunciado recorte de 54.000 puestos en siete años en el marco de una vasta reestructuración para adecuar a la Defensa a las nuevas amenazas del mundo globalizado.

El malestar también es patente después de que el jefe de Estado criticara muy duramente, llamando "aficionados", a los militares implicados en el reciente tiroteo accidental en una exhibición en una jornada de puertas abiertas en una base del sur de Francia. En el incidente resultaron heridas 17 personas, varias de ellas niños.

En un mensaje a las Fuerzas Armadas francesas, Sarkozy se ha esforzado en insistir en transmitirles su "estima" y su "amistad", además de renovarles su "confianza".

En el desfile intervinieron 4.390 personas, 65 aviones, 30 helicópteros, 241 caballos, 229 vehículos y siete paracaidistas, que cerraron el desfile con un aterrizaje justo delante de la tribuna oficial con tres banderas, la de la ONU, la europea y la francesa.