Enlaces accesibilidad

'The Economist' señala al Banco de España como ejemplo para otros reguladores bancarios

  • La revista dice que el Banco de España es una excpeción porque no ha dañado su crédito
  • The Economist afirma que "pocos reguladores emergen de la crisis con buena imagen"

Por

El semanario británico The Economist señala al Banco de España como uno de los pocos reguladores bancarios que no han visto su crédito dañado, sino todo lo contrario, como consecuencia de la crisis financiera internacional.

Ésta es la valoración que hace la revista británica en un amplio informe sobre la situación de la banca internacional que publica en su último número bajo el título de "Paraíso perdido".

Rapapolvo general

La revista afirma que "muy pocos reguladores emergen de la crisis con una buena imagen", el norteamericano porque no vio el "veneno" de las hipotecas subprime, el alemán porque no se percató de las "gigantescas" asunciones de riesgos fuera de balance por parte de algunas entidades, el suizo porque no detectó las arriesgadas inversiones de UBS y el británico por no enterarse de la crisis del Northern Rock prácticamente hasta que se produjo el pánico de los ahorradores.

"En Madrid, por contraste, prevalece una sensación de tranquila satisfacción, gracias a dos claras políticas" fijadas en los últimos años por parte del regulador: la exigencia de cubrir las inversiones fuera de balance con el mismo importe que las convencionales y el "provisionamiento dinámico" establecido desde 2000 por el Banco de España, en virtud del cual los fondos para insolvencias debían crecer de manera acompasada a la aceleración del crédito. Paradójicamente, este último criterio, que ha contribuido a mantener a la banca española a salvo de la crisis, "choca con los criterios contables internacionales", apunta la revista.

Por esa razón, The Economist, tras señalar que "los demás reguladores están empezando ahora a fijarse en lo que hace el Banco de España", advierte de que "sería irónico que España se viera obligada por razones contables a cambiar su melodía justo cuando otros países empiezan a tararearla".