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La muerte de Diana se debió a la conducción temeraria de su chófer y los paparazzi

    

El fallo supone un varapalo para la teorías conspiratorias sobre el fallecimiento

    

Durante el proceso han testificado más de 250 personas

    

El jurado ha tardado cuatro días en emitir su veredicto

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La princesa Diana de Gales murió por la conducción temeraria del chófer de su coche, Henri Paul, y de los paparazzis que perseguían su limusina, que comentieron un homicidio por imprudencia.

Éste es el veredicto del jurado popular encargado de determinar quién fue el responsable directo de la muerte de la princesa, ocurrida en 1997 tras estrellarse el vehículo en el que viajaba en un túnel de Paris.

La decisión ha sido tomada por mayoría tras cuatro días de deliberaciones y pone punto y final a seis meses de vista oral, en la que han desfilado más de 250 testigos procedentes de todo el mundo.

Los seis hombres y las cinco mujeres que componían el jurado podían optar por cuatro veredictos posibles: que la muerte de Diana fue accidental, que fue producto de la conducción temeraria del chófer, por la persecución de los paparazzi o por ambas razones.

Finalmente, se han inclinado por esta última opción, que además supone un serio varapalo a las teorías conspiratorias sobre la muerte de la princesa, que sugerían la implicación de los servicios secretos británicos en el fallecimiento.

Fin de la conspiración

Esta versión de los hechos ha sido defendida por Mohamed Al-Fayed, padre de Dodi Al-Fayed, la pareja de Diana de Gales en el momento de su fallecimiento, que murió con ella en la limusina.

Según Al Fayed, dueño de los grandes almacenes de lujo Harrod's,  el accidente fue preparado por los servicios secretos británicos por orden del príncipe Felipe de Edimburgo, ex yerno de la princesa Diana.

El móvil de Felipe de Edimburgo,que recientemente ha sido hospitalizado por una afección pulmonar, sería que Diana estaba embarazada de Dodi Al-Fayed.  Según esta teoría, el cuerpo de la princesa fue embalsamado tras su muerte para evita que se confirmase su emabarazo.

Sin embargo, ya durante el juicio, el presidente del tribunal, Lord Scott Baker, había declarado "sin sustancia" la teoría de Al-Fayed.

Con todo, al multimillonario le quedaba como última esperanza que el veredicto del jurado fuese abierto, de manera que ninguna de las teorías de la policía británica fuese refutada.

Un proceso largo y costoso

Este proceso se abrió en 2007, diez años después de la muerte de Diana, debido a que la legislación francesa exigía que concluyese antes el proceso en el país galo.

Cuando esto se produjo, la policía británica inició su propia investigación, en la que concluyó que la muerte se produjo porque en chófer conducía ebrio e iba muy rápido.

Se estima que el proceso ha costado más de 20 millones de dólares, una elevada cuantía que se debe, especialmente, al testimonio a través de videoconferencia de los testigos.