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Croacia, Hungría y Bulgaria, primeros vecinos de Serbia en reconocer a Kosovo

  • Lo han hecho a través de un documento conjunto basado en las conclusiones de la UE
  • El viceprimer ministro croata ha puesto su cargo "a disposición" del Gobierno
  • En el documento, los tres países abogan por la "buena vecindad" con Serbia

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Croacia, Hungría y Bulgaria reconocen Kosovo

Los gobiernos de Hungría, Bulgaria y Croacia han reconocido, a través de un documento conjunto, la independencia de la ex provincia serbia de Kosovo, proclamada de forma unilateral el pasado 17 de febrero y rechazada con vehemencia por Belgrado.

Los tres países han asegurado que su decisión tiene en cuenta las conclusiones emitidas al respecto por la Unión Europea (UE) y el Consejo Europeo (CE).

El documento destaca que la soberanía kosovar fue proclamada tras el fracaso de las negociaciones entre Pristina y Belgrado y que constituyen "un caso único" y considera que la estabilidad es lo más importante en la región del Sureste de Europa.

Tensión en el gobierno croata

Las primeras consecuencias del reconocimiento han tenido lugar en Croacia, ex componente de la antigua Yugoslavia. El viceprimer ministro del país, Slobodan Uzelac, de la minoría serbia, ha puesto su cargo "a disposición" del Gobierno.

Por su parte, el primer ministro croata, Ivo Sanader, ha respondido que no acepta la dimisión de Uzelac y ha expresado su esperanza de que el Partido de la Minoria Serbia no abandone la coalición de gobierno.

La decisión croata no ha sentado nada bien en Serbia, país con el que libró una guerra desde 1991 a 1995. El Gobierno de Belgrado ha enviado una "fuerte protesta" a su país vecino y ha llamado a consultas al embajador serbio en Croacia.

Colaborarán con la presencia internacional

Por otra parte, tanto Croacia como Bulgaria y Hungria, han asegurado que colaborarán con la presencia internacional en Kosovo, basada en la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU de 1999.

El documento también resalta que las instituciones de Kosovo tendrán que garantizar los derechos de las minorías, entre ellas la serbia, creando un país multi-étnico. Asimismo, apoyan intensificar las relaciones entre Serbia y la UE, y su integración en la comunidad.

El documento concluye con la afirmación de que los tres cuentan con el desarrollo de las relaciones basadas en la buena vecindad y con el fortalecimiento de "las relaciones con el pueblo serbio", aunque desde Belgrado han reiterado que no habrá "buenas relaciones" con los paises que reconozcan la independencia de Kosovo, la región que consideran "cuna de su historia".