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Maria Adanez se sube a las tablas del Fernando Fernan Gomez con la obra 'La Señorita Julia'

  • Adaptación de la obra del sueco August Strindberg
  • El montaje, dirigido por Miguel Narros, se estrena el próximo viernes
  • La actriz combina su fama televisiva con su pasión por el teatro

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La señorita Julia, del dramaturgo sueco August Strindberg, llega al Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid de la mano de Miguel Narros y con María Adánez como protagonista de un drama que refleja la fuerza de la pasiones humanas y la atemporalidad de la 'lucha de sexos'.

Para Adánez el montaje de Narros, con más "agilidad" y "ritmo" que el texto original, pero respetando el texto, refleja la "violencia psicológica" que se establece muchas veces en las parejas y la "eterna lucha" entre el hombre y la mujer, sin olvidar "la pérdida del honor" de su protagonista, que decide tener relaciones con su criado.

El nudo del drama en La señorita Julia se centra en tres personajes: la señorita Julia, hija de un conde; Juan, su criado; y Cristina, cocinera y supuesta novia de Juan. La acción tiene lugar en la cocina de la mansió n y durante la noche de San Juan, fiesta pagana del solsticio de verano.

La señorita Julia es quiz á el mejor de los textos del autor sueco y una de sus obras más representativas. Pero la turbulenta vida del dramaturgo en sus relaciones sentimentales, presente en alguno de sus textos, refleja una actitud "esquizoide" del autor con el género femenino, según explicó la actriz.

Adánez convive desde hace tiempo con la popularidad que dan las comedias televisivas de éxito, y además, en tres años ha encadenado tres intensos papeles dramáticos sobre las tablas, una racha que no desea abandonar: "No me quiero ir del teatro, me está dando muchas satisfacciones".

Después de Salomé  y Las brujas de Salem, la popular actriz de series como Farmacia de guardia y Aquí no hay quien viva se presenta a partir del viernes en en Madrid con esta obra de Strindberg, un montaje estrenado en Alicante  y que ya tiene un rodaje de casi 40 funciones.

"Tengo la suerte de que me están ofreciendo estos personajes; son mujeres con carácter. Se lo debo todo a Miguel Narros por haberme dado la oportunidad con Salomé . No me quiero ir del teatro, ni dejar esta carrera después de tres personajes tan bonitos en tres años. Quiero seguir por aquí . Me está dando muchas satisfacciones", afirma María Adánez.

Vinculada desde niña a la televisión

Pero antes de estas tres obras, había trabajado en dos comedias teatrales: El príncipe y la coristaLa tienda de la esquina, y por ello, recalca: "Nunca se debe desprestigiar la comedia; los grandes actores de comedia luego son grandísimos actores de drama, como se vio, por ejemplo, con Jack Lemon. Al hacer drama investigas o desarrollas otra parte del alma, pero el drama y la comedia están muy unidos".

No obstante, y a pesar de su interés por el teatro, María Adánez  no descarta ninguna faceta. "Es un lujo poder alternar los tres palos, cine, teatro y televisión", afirma, al tiempo que recuerda que en verano estrena en Los Á ngeles una película dirigida por Donald Petrie -tenía muchas ganas de rodar en inglés- y declara que volverá a la televisión siempre que le guste el proyecto.

"La televisión me ha traído cosas muy buenas. Convivo con la popularidad desde hace muchos años, pues estuve en Farmacia de Guardia; en Pepa y Pepe, y en Aquí no hay quien viva. He aprendido que tienes muchísima popularidad durante un tiempo, luego la gente se olvida y si vuelves a reaparecer fenomenal, y si no, habrá otras series...", explica la actriz.

A su juicio, el gancho televisivo es, para el teatro, "buenísimo". "Me da mucha satisfacción que la gente joven venga al teatro por mi popularidad. Es un tándem maravilloso", declara la joven actriz, que empezó en esto de la interpretación por casualidad, a los seis años en una película, pero enseguida supo que era lo suyo, porque fue feliz durante el rodaje, "como pez en el agua".

Ahora, ve el teatro en un "gran momento" y en la gran pantalla sigue la aparición de cineastas que la interesan por sus puntos de vista, como, por ejemplo, Jaime Rosales. "Me ha gustado muchísimo que le dieran El Goya", concluye