Enlaces accesibilidad

Gabriel García Márquez, el inventor de "una extraordinaria religión" llamada 'Gabismo'

  • Carmen Balcells, su agente literaria, lamenta la muerte del autor
  • En una entrevista en TVE confiesa que le apoyó desde el principio

Por
Carmen Balcells, la editora que apostó por Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez pasó de ser "un escritor de éxito a ser el inventor de una religión extraordinaria que se llama Gabismo", ha confesado a Televisión Española Carmen Balcells, agente literaria durante casi 50 años del escritor fallecido el pasado jueves.

Durante una entrevista, Balcells ha confesado sentirse "impresionada" por la pérdida de un amigo. "En mi cabeza pienso que he tenido un privilegio que al vez no disfruté todo lo que se podía haber disfrutado".

Ha explicado que apostó por él desde el principio, y le proporcionó el apoyo necesario para que pudiera escribir sin preocupaciones. Y él la correspondió.

"Él decía: tú decide todo lo que sea bueno para mi, y si tienes dudas, me preguntas". Pero no las hubo. Ahora la foto de Gabriel García Márquez está en el pequeño altar de su habitación de la editora, para la que el escritor no muere, sino que cambia a otro estado.

La agente mantiene una íntima relación con la familia de Gabo, y a sus 83 años tiene la energía para seguir representando al Gabismo.

Realismo mágico

La agente literaria da continuidad al mayor legado de Gabriel García Márquez: el realismo mágico. Un concepto cuya única condición y "como su nombre lo indica", es "que sea un hecho rigurosamente cierto que, sin embargo, parece fantástico", según la propia definición del Premio Nobel.

Esta particular manera de ver el mundo quedó grabada de especial modo en Cien años de soledad (1967), una de las cimas de la literatura universal, que ha pasado por las manos de lectores de todo el mundo gracias a sus 30 millones de ejemplares vendidos en 35 idiomas.

"Los inventores de fábulas que todo lo creemos, nos sentimos con el derecho de creer que todavía no es demasiado tarde para emprender la creación de la utopía, donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra", esgrimió en una ocasión uno de los escritores con un intenso compromiso social y político.

Su relación con España fue muy especial. Amigo de sus amigos, y en España tenía muchos, Gabriel García Márquez llegó a Barcelona, a la que llamaba la "Cartagena de Indias" española, en 1967, allí se quedó siete años, aunque en 1990 dijo que no pensaba volver a pisar España.

Al escritor le obsesionaba que, tras firmar España el Acta Única de integración de la Comunidad Europea, este país que tanto quería se volviese europeo: "Es como si la madre de uno se va a dormir a otra casa", señaló.