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La UE quita a España el control de los bancos en las 32 condiciones del rescate financiero

  • La Eurozona impone 32 condiciones a España a cambio de la ayuda a la banca
  • Economía deberá ceder competencias al Banco de España, bajo la lupa del BCE
  • Los bancos que reciban ayudas sufrirán despidos y no podrán dar dividendos

Ver también: borrador del Memorándum de Entendimiento, en inglés (PDF)

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Ayuda condicionada de 30.000 millones para la banca española

La Unión Europea impondrá a España un conjunto de 32 condiciones para la concesión del rescate a la banca española, según recoge el borrador del memorando de entendimiento, el contrato del préstamo de hasta 100.000 millones, que se ha acordado en la reunión de los ministros de Finanzas de la Eurozona, aunque que se aprobará el próximo 20 de julio si supera las reticencias de Finlandia.

Entre esas condiciones, se obliga a que el Ministerio de Economía transfiera antes de final de año al Banco de España poderes sancionadores y la capacidad para otorgar licencias bancarias; al mismo tiempo, las instituciones europeas, en especial el Banco Central Europeo, tutelarán la labor de supervisión bancaria, ya que el Banco de España deberá informar semanalmente de los depósitos y la liquidez que mantienen los bancos españoles.

"Debe garantizarse un mayor refuerzo de la independencia operativa del Banco de España", asegura el memorando de entendimiento acordado en el Eurogrupo de la pasada madrugada.

El texto exige a España dar más poderes a su banco central, que además tendrá que llevar a cabo un ejercicio interno para detectar posibles deficiencias en su funcionamiento. El Gobierno de Mariano Rajoy, entre otras cosas, estará obligado a  llevar a cabo una profunda revisión del sector bancario que incluirá  planes de reestructuración de entidades y reforzar el papel del Fondo de  Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y del fondo de garantía de  depósitos.

El documento, además de detallar las condiciones al sector financiero, también recuerda a España que existe "una estrecha relación" entre los  desequilibrios, las finanzas públicas y la solidez del sector financiero  y por eso vigilará "regularmente y de cerca" el progreso que haga el  Gobierno a la hora de cumplir sus compromisos macroeconómicos.  La supervisión del progreso se hará en paralelo al proceso de revisión formal de la asistencia financiera.

Relación entre rescate y control del déficit

"Hay una estrecha relación entre los equilibrios macroeconómicos, las  finanzas públicas y la solidez del sector financiero y por eso el  progreso con respecto a la implementación de los compromisos bajo el  procedimiento por déficit excesivo y con respecto a las reformas  estructurales (...) será vigilado regularmente y de cerca", dice el texto.

De esta forma, el Eurogrupo deja claro que el préstamo a la banca está ligado al cumplimiento no solo de las condiciones impuestas al sector financiero, sino también de las condiciones macroeconómicas exigidas al Gobierno que, como subraya Bruselas, son obligaciones.

Esas condiciones macroeconómicas están establecidas en el marco de los programas de procedimiento por déficit excesivo y las recomendaciones específicas del Semestre Europeo, entre las que se incluye, por ejemplo, la subida del IVA. Para cumplir con esos esfuerzos de consolidación fiscal, Bruselas ha concedido a España un año más, hasta 2014, para llegar a un objetivo de déficit del 2,8%.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha admitido esta mañana  que el memorando incluye expresamente la obligación de España de cumplir  con estos programas. No obstante, ha insistido en que "no se exige ningún tipo de obligaciones adicionales".

Condiciones

El memorando de entendimiento, que equivale al contrato que firmará España para acceder a la ayuda bancaria, establece todo un calendario para el diagnóstico y resolución de los problemas del sistema financiero, así como las contrapartidas que tendrá que llevar a cabo el Gobierno español.

Así, en primer lugar se establece que a lo largo del verano se identificarán los bancos con problemas de capital, dividiéndolos entre aquellos que no necesiten ayuda (grupo 0), aquellos que ya pertenecen al estado a través del FROB (grupo 1), aquellos que necesiten ayudas públicas (grupo 2) y aquellos que tengan necesidades de capital pero puedan captar recursos por si mismos.

Posteriormente, se establecen las condiciones para los bancos que reciban ayudas, que incluyen la venta de activos, la prohibición de dar dividendos o la imposición de perdidas a los accionistas, así como la reducción de personal y de oficinas. Las entidades que no sean viables deberán ser liquidadas y tanto unas como otras deberán traspasar sus activos tóxicos a los ‘bancos malos’ que se creen para albergarlos.

Además, el documento impone una serie de condiciones para el conjunto del sector bancario, como la exigencia de un 9% de capital de calidad para todo el sector. En este capítulo se incluye el reforzamiento del Banco de España como organismo supervisor.

El siguiente paso es la condicionalidad macroeconómica, que el documento justifica en que la “estrecha relación entre los equilibrios macroeconómicos, las finanzas públicas y la solidez del sector financiero “. El texto no se limita a recordar que España debe cumplir sus objetivos de déficit y las recomendaciones de la Comisión Europea, sino que cita varias medidas fiscales (como eliminar la deducción por vivienda), laborales (implantar la reforma laboral) y energéticas (abordar el problema del déficit de tarifa eléctrica).

Control del proceso

Por último, el documento recoge cómo se llevará a cabo el control de todo el proceso: una suerte de troika -formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y, en este caso, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) en lugar del Fondo Monetario Internacional (FMI)- "verificará en intervalos regulares las condiciones" vinculadas al plan y su cumplimiento con "misiones" e informes trimestrales por parte de España. En paralelo, técnicos de la CE vigilarán el cumplimiento de reformas para paliar el déficit excesivo y los desequilibrios macroeconómicos.

"La revisión de las actividades del FROB en el contexto del programa serán regulares", señala el memorando, que añade que las autoridades españolas ofrecerán "a la Comisión Europea, el BCE, la EBA y el FMI, bajo estrictas condiciones de confidencialidad, los datos necesarios para vigilar el conjunto del sector bancario y bancos con un interés específico por su naturaleza sistémica o su situación".

Más aún, Bruselas -en cooperación con el BCE y la EBA- estará autorizada a llevar a cabo inspecciones in situ en cualquier institución financiera que se beneficie de las ayudas para asegurar que se cumplen las condiciones.

El memorando recoge toda una serie de información que España deberá facilitar a Europa y, por ejemplo, se tendrán que dar datos semanalmente sobre depósitos bancarios y sobre la situación de liquidez de las entidades.