Alexandre Lacaze: hace tiempo que te queremos y no te olvidaremos

Hombre orquesta y futbolero

Lo del fútbol siempre lo utilizó Alex. Antes de que extendiera su red de amigos, antes de que llegara la maldita leucemia que le ha derribado (y mira que nos ha dado lecciones de resistencia) iba guitarra en ristre y con todo el aparataje instrumental a cuestas (pedales y demás) cruzando este país para dar conciertos a cuerpo limpio. Porque acabó siendo hombre orquesta quien empezó comandando L'Avalanche como trío pasando por momentos en que fueron dúo hasta defender en solitario su brillante propuesta. En sus mensajes hablaba de victoria rotunda o mínima o empate sin goles como metáfora de si había habido entrada buena en la sala, poca gente, buen o mal sonido…

Enfermedad y valentía

Lo que es la vida: tuvo que pasar lo que pasó para que muchos descubrieran su brillante labor musical. No deja de ser triste. Por el camino de un golpazo en su salud. Esa forma de afrontarlo con tal valentía hizo que recolectara nuevos fieles (no exagero si digo que se multiplicaron exponencialmente) que se acercaron a su obra.

Recuerdo ese concierto en el teatro del Arte en pleno centro de Madrid ejerciendo de telonero de Remate. Le ví algo tocado. Debía de ser que la enfermedad ya estaba minándole. Da rabia pensar que han pasado tres años y que nos han cercenado nuestras esperanzas. Primer amago de recuperación después del suplicio de la quimio. Recaída. Segunda vez. Trasplante de médula. Todo parecía superado y derrotado el enemigo. No. Tampoco. Y esta vez definitivo.

Músico, amigo, profesor

Se nos ha ido el músico, el amigo, el profe de sus alumnos. Pero queda su brillantísima obra. Sus discos, su concierto del Museo del Romanticismo en un DVD, su libro y hasta me atrevo a sugerir empaquetar todas esas reflexiones que eran literatura pura que escribía en su muro de Facebook manteniéndonos al tanto del proceso de su enfermedad. Por cierto, no dejen de leer las líneas que han escrito sus paisanos Héctor Márquez e Isabel Guerrero (tan desolados como Cristina Consuegra).

Málaga, un trocito de Extremadura y otro de Francia están llorando por persona y artista tan grande. En Mérida, hoy, a las ocho de la noche, le despiden. Y no, no me lo puedo creer.

Un beso para Mercedes, su pareja; Alice, su hija, la protagonista de una de las canciones más emblemáticas y su madre, pendiente de una ayuda por dependencia (¡qué vergüenza!) que no llega nunca.

Ccomo dice el texto de la canción tradicional francesa, "hace tiempo que te queremos", Alex, y "no te olvidaremos".

La libélula Alexandre Lacaze (in memoriam)

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