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Paro en España

El paro se redujo en 471.100 personas en 2017, aunque se ralentizó la mejora del mercado laboral

  • El total de desempleados quedó en 3.766.700, el 16,55% de la población activa
  • Se crearon 490.300 empleos y el total de ocupados se situó en 18.998.400
  • Entre octubre y diciembre, hubo 34.900 parados más y 50.900 empleos menos
  • En datos desestacionalizados, bajó el ritmo de mejora de la ocupación y el paro

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Una mujer recibe una flor de Pascua en un comercio de Bilbao

El número de personas en paro bajó en 471.100 durante 2017, lo que supone que el total de desempleados se redujo un 11,12% respecto a los que había al terminar 2016. Esto supone el quinto descenso anual consecutivo. No obstante, esta reducción es inferior a las registradas en 2016, 2015 y 2014, cuando el desempleo retrocedió en 541.700, 678.200 y 477.900 parados, respectivamente. Esa ralentización del ritmo anual estuvo causada, en parte, por el mal comportamiento del último trimestre, cuando hubo 34.900 parados más, el mayor aumento en este tramo del año desde 2012.

Así, el total de parados en España se situó al cierre del año en 3.766.700, el 16,55% de la población activa. Esta tasa está más de 2 puntos porcentuales por debajo del 18,6% de 2016 y marca el nivel más bajo en un cierre de año desde el inicio de la crisis.

Esta bajada estuvo inducida por el aumento de la ocupación -con más de 490.000 nuevos empleos- y una cierta estabilidad de la población activa, que al final de 2017 sumaba 22,76 millones de activos, el 58,80% del total de las personas mayores de 16 años. Aunque esta tasa de actividad es muy inferior al 60% que se superó entre 2008 y 2013, parece haber dejado de caer.

Además, al final del año, había 517.900 empleos más a tiempo completo y 27.600 menos a tiempo parcial de los que había un año antes. Así, había un total de 16,2 millones de empleos a tiempo completo y 2,8 millones a tiempo parcial (un 14,77% del total).

El número de asalariados se incrementó en 537.100 personas, de los que 357.900 contaban con un contrato indefinido y el resto, con uno temporal. De los casi 16 millones de asalariados que había al cierre de 2017, más de un cuarto eran temporales (4,25 millones, el 26,71%).

Por contra, el colectivo de autónomos se redujo. Al final del año, había 45.400 trabajadores por cuenta propia menos, lo que dejó el total en 3,07 millones.

Descenso del paro en casi todos los sectores

Por sectores, el desempleo bajó, sobre todo, en servicios, donde hubo 64.200 parados menos que al cierre de 2016. En la construcción se registraron 23.600 desempleados menos que un año antes y en agricultura, 18.600 menos. En industria, las cifras casi no variaron, ya que aumentó el paro en unas 200 personas (0,13%).

También se redujo mucho el paro de larga duración, ya que al terminar 2017, había 334.400 desempleados menos que habían perdido su empleo hace más de un año. El número de personas que buscaban su primer empleo descendió en 30.500 en esos 12 meses.

El año pasado, el paro se redujo más entre los hombres (274.400 desempleados menos) que entre las mujeres (196.700 menos), lo que mantuvo la diferencia en las cifras totales: 1.820.600 desempleados (14,97% de la población activa masculina) frente a 1.946.000 paradas (18,35% de la población activa femenina).

Por edad, 2017 terminó con 45.700 jóvenes parados menos que un año antes, lo que dejó el total de desempleados con menos de 25 años en 558.200, el 37,46% de la población activa de ese grupo de edad.

En cuanto a las comunidades autónomas, el desempleo sólo subió el año pasado en La Rioja (5,85%) y Cantabria (3,87%). En los descensos, los mayores se registraron en Aragón, Andalucía, Cataluña y País Vasco.

Además, se registró un descenso de 177.200 en el número de hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro, con lo que al final de 2017 había 1,21 millones de hogares en esa situación, el 6,53% del total.

Más de 490.000 nuevos empleos

En lo que respecta a la ocupación, el año pasado se crearon 490.300 nuevos empleos, lo que elevó hasta 18.998.400 el total de ocupados, el 49,07% de la población activa y un 2,65% superior a la del cierre de 2016.

Esto supone el cuarto aumento anual consecutivo y es superior a los registrados en 2016 y 2014 -cuando se crearon 413.900 y 433.900 puestos de trabajo, respectivamente-, pero inferior al de 2015 (525.100 empleos), según ha informado este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En 2017, el empleo aumentó en todos los sectores: servicios (289.700 ocupados más), industria (132.200 más), construcción (64.300 más) y agricultura (4.000 nuevos ocupados).

Al analizar los totales sectoriales, de los casi 19 millones de ocupados, 14,32 millones correspondían al sector servicios.

Por edad, destaca la bajada del empleo en el tramo de edad entre los 30 y los 39 años (104.700 ocupados menos que al final de 2016), que contrasta con los incrementos entre los mayores de 50 años (292.100 más) y en los menores de 25 años (115.200 más).

La mayor parte de los empleos creados el ejercicio pasado se concentraron en el sector privado, con 401.600 nuevos puestos de trabajo (+2,6%), frente a 88.600 empleos creados en el sector público (+2,9%).

Por comunidades autónomas, la ocupación cayó el año pasado en cuatro de ellas: Asturias (-1,36%), Cantabria (-1,35%), Castilla y León (-0,73%) y La Rioja (-0,36%).

En el extremo opuesto, destacan las subidas de la ocupación de Canarias (5,51%), Andalucía (4,44%), Castilla-La Mancha (3,76%) y Cataluña (3,55%).

Subida del paro y caída del empleo en el último trimestre

Lo mismo ocurrió con el desempleo: aunque la cifra de cierre de año es la más baja desde 2008, es peor al dato del trimestre anterior. Esto se debe a que el número de parados aumentó en el cuarto trimestre en 34.900 personas (0,94%) respecto al tercer trimestre y la ocupación disminuyó en 50.900 empleos (-0,27%).

Así, la contratación por la temporada navideña no pudo contrarrestar la caída provocada por el final de la temporada turística y del buen tiempo que favorece al sector de la construcción.

Eso se comprueba en el análisis por sectores: entre octubre y diciembre, la ocupación creció en agricultura (43.700 empleos más) e industria (40.700 empleos más), mientras que bajó en construcción (10.900 empleos menos) y, sobre todo, en servicios, donde se registraron 124.300 empleos menos que en el trimestre previo.

También se refleja en el tipo de contratación, ya que la temporal -a la que se recurre en servicios y construcción para cubrir los picos de estacionalidad- descendió un 2,36% respecto al trimestre previo (hubo 102.900 contratos temporales menos).

Aún así, entre octubre y diciembre, había 613.300 contratos con una duración de 4 a 6 meses, 507.900 contratos de 1 a 3 meses de duración y 268.800 que duraron menos de un mes.

El colectivo de autónomos se redujo mucho entre octubre y diciembre, al bajar en 66.300 trabajadores por cuenta propia.

Por comunidades, en el último tramo del año, el paro subió con fuerza en Baleares (25,79%), Asturias (12,54%) y Madrid (12,48%). Sólo se produjeron reducciones del desempleo en seis autonomías: Navarra (-8,98%), País Vasco (-8,46%), La Rioja (-8,12%), Murcia (-5,37%), Andalucía (-4,47%) y Comunidad Valenciana (-4,02%).

Ralentización del ritmo de mejora del mercado laboral

Según el análisis de Economistas Frente a la Crisis, esa atenuación del crecimiento del empleo se debe a varios factores: "Por una parte, la caída relativamente importante del empleo por cuenta propia en este trimestre, que alcanza unas tasas anuales de reducción del empleo de los autónomos sin asalariados cercanas ya al 5%. Por otra, la agudización creciente de las tendencias estacionales y de la inestabilidad y rotación del empleo en la economía española, como fruto de un modelo de crecimiento que está dimensionando especialmente la hostelería y las actividades turísticas, en general, así como la inestabilidad del empleo a través de la utilización inadecuada de los contratos temporales".

En los datos desestacionalizados -es decir, los que eliminan el efecto del calendario y las características que impone cada temporada-, el empleo creció un 0,39% en el último trimestre del año pasado.

Este incremento trimestral es el tercero más bajo desde que la ocupación dejó de caer en el último trimestre de 2013.

La ralentización de la mejora de los indicadores se aprecia también en la variación desestacionalizada del paro. Entre octubre y diciembre, el desempleo se redujo un 1,65%, el quinto recorte trimestral más bajo desde que el paro empezó a bajar, en el segundo trimestre de 2013.

Para la agrupación de economistas, también es importante el hecho de que "los flujos de entrada al empleo en un cuarto trimestre son los más bajos desde 2011, en tanto que los de salida del mismo se aceleran hasta los niveles de 2014, lo cual no hace sino confirmar que la estacionalidad y la inestabilidad mueven cada vez con mayor fuerza la dinámica del empleo, debilitando la creación de empleo en los periodos de atonía de las actividades fuertemente estacionales con mucho peso en la economía, e incrementando la destrucción de empleos inestables y temporales".