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Francisco Rovira Beleta: uno de los cineastas españoles más influyentes del siglo XX

  • ¿Quién fue este director de cine que hoy parece caído en el olvido?
  • Descubrimos a un cineasta absolutamente contemporáneo
  • Pionero en la producción de dibujos animados y en rodajes en 3D
  • Primer director español con dos nominaciones a los Oscar
  • En 2012, su nieta inició la investigación por el centenario del cineasta

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Imprescindibles - Rovira Beleta. Crónica pendiente

Rovira Beleta fue uno de los cineastas españoles más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. A pesar de su formación como abogado, se inició muy joven en el mundo del cine, pasando por una gran variedad de departamentos en la mítica productora CIFESA, hasta trabajar como ayudante de dirección a las órdenes de Luis Lucia y Juan de Orduña.

Rovira Beleta fue un cineasta de vocación

En 1948 rodó su primer largometraje, Doce horas de vida, pero fue a partir de los años cincuenta y principios de los sesenta cuando su carrera como cineasta empezó a despuntar. Destacó en esa época por cultivar el género negro, con películas como con Hay un camino a la derecha (1953), El expreso de Andalucía (1956) y Los atracadores (1961), esta última célebre por mostrar una ejecución por garrote vil por primera vez en la historia de nuestro cine.

Una imagen del documental

Una imagen del documental "Rovira Beleta, crónica pendiente" tve

Hacia los Oscars

Los mayores éxitos de su carrera, sin embargo, llegaron con Los Tarantos (1962), y El amor brujo (1967), ambas ambientadas en el mundo gitano de la época y ambas candidatas a los premios Oscar en la categoría de mejor película extranjera.

Rovira Beleta es el primer director español en llegar dos veces a la carrera de los Oscar

Aunque Rovira Beleta jamás logró hacerse con la codiciada estatuilla dorada - en la primera ocasión perdió con un joven Roman Polanski, y enla segunda frente al mítico 8 1/2 de Fellini- pasará a la historia por haber sido el primer director español en llegar dos veces a la carrera de los Oscar en una época en la que el cine en este país no gozaba prácticamente de proyección internacional.

La actriz Sara Montiel, con el director Francisco Rovira Beleta, en Hollywood durante la ceremonia de los Oscars

La actriz Sara Montiel, con el director Francisco Rovira Beleta, en Hollywood durante la ceremonia de los Oscars tve

Cineasta de vocación

Su pasión por el avance del lenguaje audiovisual le llevó a encabezar muchas innovaciones técnicas y estilísticas

Rovira Beleta fue un cineasta de vocación cuya pasión por el avance del lenguaje audiovisual le llevó a encabezar muchas de las innovaciones técnicas y estilísticas que se produjeron en el cine español de la época. Fue, por nombrar algunos ejemplos, pionero en la producción de dibujos animados, en el rodaje en 3 dimensiones y en la adopción de las técnicas del neorrealismo italiano y del cine documentalista en España, como el rodaje en exteriores naturales en un momento en el que no era en absoluto habitual salir del estudio.

En el archivo de Rovira Beleta

En el archivo de Rovira Beleta tve

Un romántico que vivió por y para el cine

La realización del documental Rovira Beleta. Crónica Pendiente ha permitido el descubrimiento de la magnitud de este personaje clave para la historia del cine español, y de la influencia que ha tenido y sigue teniendo para algunos de sus compañeros de profesión. A lo largo de este viaje se ha podido conocer un Rovira Beleta perfeccionista, trabajador, obstinado, insoportable a menudo para muchos de los que trabajaron con él, pero al mismo tiempo querido y admirado por todos ellos.

Grabando las locuciones del documental sobre Rovira Beleta

Grabando las locuciones del documental sobre Rovira Beleta tve

Alguien capaz de recorrer miles de kilómetros para luchar por un plano que un cura censor quería eliminar de su película, de plantarse en plena madrugada en casa de su ayudante y despertarle para debatir sobre un salto de eje o de presentar hasta treinta versiones de un guión rechazado una y otra vez por la censura, cuyo “asunto” no le dejaba dormir.

Un romántico que vivió por y para el cine, que murió con ganas de vivir y, sobretodo, de seguir haciendo películas.