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La ejecución de un clérigo chií por parte de Arabia Saudí desata la furia de Irán y la condena de la ONU

  • Cientos de manifestantes han atacado la embajada saudita en Teherán
  • Nimr Baia al Nimr y otros 46 reos fueron ejecutados acusados de terrorismo
  • Protestas también en Baréin, Líbano o Irak
  • EE.UU. y la UE alertan de un posible aumento de las tensiones sectarias

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Críticas por la falta de garantías en el juicio de Al Nimr

Cientos de manifestantes han asaltado la embajada saudita en la capital iraní, Teherán, en la madrugada de este domingo en protesta por la ejecución en Arabia Saudí del clérigo chií opositor Nimr Baqir al Nimr, destacado líder de la Primavera Árabe en el país. Ya en la zona han lanzado cócteles molotov provocando incendios en varias partes del complejo.

Tras momentos de enfrentamiento y tensión, las fuerzas de seguridad han conseguido desalojar a los encolerizados atacantes y han detenido a 40 de ellos que han sido identificados, según ha informado el fiscal de Teherán Abbas Jafari Dolatabadi en declaraciones recogidas por France Presse. Los bomberos, por su parte, han logrado sofocar las llamas.

El ministro de Exteriores iraní ha hecho un llamamiento a la calma y ha emitido un comunicado en el que pide respetar las embajadas.

Manifestantes iraníes incendian la embajada suadí en Teherán (Irán) en protesta por la ejecución de al-Nimr

Manifestantes iraníes incendian la embajada suadí en Teherán (Irán) en protesta por la ejecución de al-Nimr

Horas antes, el Ministerio saudí de Asuntos Exteriores había convocado al embajador iraní en Riad para protestar por "las declaraciones agresivas" que el portavoz de Exteriores de ese país, Hosein Yaber Ansarí, ofreció para denunciar la ejecución, en las que llegó a decir que el Gobierno saudí "pagará duro" esa medida.

El Gobierno de Irán, mayoritariamente chií y rival regional de Arabia Saudita, de mayoría suní, convocó posteriormente también al encargado de negocios saudí.

El líder supremo iraní, el Ayatollah Ali Khamenei, ha advertido a las autoridades políticas de Arabia Saudí, que se enfrentarán a una "venganza divina", por la "sangre injustamente derramada de su mártir oprimido". También el máximo clérigo chií en Irak, el gran Ayatolah Ali al-Sistani, ha condenado la ejecución del destacado clérigo chií Nimr Al Nimr en Arabia Suadí, que ha calificado como una "agresión injusta".

Condena de la ONU a las ejecuciones en Arabia Saudí

Este domingo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha condenado las ejecuciones llevadas a cabo por Arabia Saudí y ha llamado a la calma para evitar un resurgimiento de las tensiones sectarias en la zona.

"El secretario general está profundamente consternado por la reciente ejecución de 47 personas en Arabia Saudí, incluido el clérigo Nimr Baqir al Nimr", ha dicho Ban en un comunicado.

"Al Nimr y otros prisioneros ejecutados fueron condenados después de juicios en los que hubo serias dudas sobre la naturaleza de los cargos y la imparcialidad del proceso", ha añadido el secretario general.

Ban ha reiterado su "firme oposición" a la pena de muerte y urgió a las autoridades de ese país a conmutar todas las sentencias a muerte. Por último, ha llamado a la calma y la moderación, así como urgió a los líderes regionales a trabajar para prevenir una "exacerbación" de las tensiones sectarias, y lamentó los actos de violencia frente a la embajada saudí en Teherán.

EE.UU. y la UE alertan de un posible aumento de las tensiones.

Irán no es el único país en el que se han registrado protestas e incidentes. Las calles de Baréin, Líbano o Irak también han sido escenario de gritos contra Arabia Saudí por la ejecución del clérigo chií opositor Nimr Baqir al Nimr y de otros 46 reos condenados por terrorismo.

La mayoría de los ejecutados este sábado -45 saudíes, un egipcio y un chadiano- son extremistas suníes, algunos destacados miembros de Al Qaeda, pero entre ellos figuran también cuatro chiíes como Al Nimr.

El clérigo fue detenido en julio de 2012 por apoyar los disturbios y a grupos terroristas contra las autoridades saudíes en Al Qatif, en el este del país y de mayoría chií.

Su condena a la pena capital fue confirmada el pasado octubre por el Tribunal Supremo, que le culpó de desobedecer a las autoridades e instigar a la violencia sectaria, lo que ya levantó las críticas de la comunidad chií.

Estados Unidos y la Unión Europea alertan de un posible aumento de las tensiones sectarias. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, a jefa de la diplomacia europea, Federica Mogheriniha condenado además "el uso de la pena capital en todas las circunstancias y en particular en casos de ejecuciones en masa".

Arabia Saudí justifica las ejecuciones

Ante las críticas, las autoridades saudíes han defendido su decisión alegando que todos fueron sometidos a juicios justos, con todas las garantías y en aplicación de la ley islámica.

El comunicado del Ministerio del Interior anunciando las ejecuciones estaba precedido por versículos coránicos que justifican el uso de este castigo.

Del mismo modo hizo el mufti saudí, la máxima autoridad religiosa, Abdulaziz al Sheij, para quien son "legítimas" y tienen el objetivo de "defender la seguridad y estabilidad" del país.

En una rueda de prensa y al ser preguntado por Al Nimr, el portavoz de Interior, Mansur al Turki, solo indicó que "el reino saudí aplica sus fallos judiciales legales independientemente de la persona".

El analista saudí Munif al Sofaqui dijo a Efe que el clérigo opositor "no fue condenado por ser chií sino por estar implicado en delitos de sangre".

En su opinión, el Gobierno saudí busca con estas ejecuciones "asustar y disuadir" a los terroristas y a aquellos que simpatizan con la ideología extremista, mostrándoles su "dureza" en la lucha contra esta lacra.