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Para el 92% de usuarios, la liberalización eléctrica solo ha beneficiado a las compañías del sector

  • Según una encuesta de Ceaccu, no ha mejorado ni los precios ni la calidad
  • Nueve de cada diez opina que la formación del precio no es fiable
  • El 42% de los consultados admite pasar estrecheces para pagar el recibo

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Tendidos eléctricos

El 92% de los usuarios del sistema eléctrico considera que la liberalización del sector sólo ha beneficiado a las grandes compañías eléctricas, y el 42% admite pasar estrecheces para pagar el recibo de la luz, según un estudio presentado este miércoles por la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu).

El estudio se basa en una encuesta a 1.200 consumidores repartidos proporcionalmente por las 17 comunidades autónomas y que están al corriente de sus pagos, y muestra que estas estrecheces -entre las que figura, por ejemplo, tener la calefacción más baja de lo necesario- son graves en el 14% de los casos, lo que significa que más de 280.000 usuarios sufren privaciones severas en su acceso al servicio eléctrico.

Además, el 66% de los encuestados conoce casos de retrasos o impagos del recibo de la luz, con situaciones en las que se llega incluso a pedir ayuda a familiares o amigos para hacer frente a la factura.

No hay mejora en precios, ni en calidad ni en información

Según las conclusiones del estudio, seis años después del inicio de la liberalización, los consumidores suspenden "sin paliativos" el proceso, ya que no perciben ni una mejora en los precios, ni en la información, ni en la calidad del servicio, pero sí "cuantiosos beneficios para las compañías" que los usuarios consideran "inaceptables".

Nueve de cada diez usuarios no creen que se pueda hablar de una verdadera libre competencia, "porque no hay posibilidad de cambio de distribuidora".

Ceaccu indica que el proceso de liberalización no ha salido "gratis" y recuerda que, en los años previos a la liberalización, los consumidores "han pagado a las cinco grandes compañías eléctricas alrededor de 12.000 millones de euros para compensar los supuestos perjuicios ocasionados por abrirse a la competencia".

Ese pago de los llamados Costes de Transición a la Competencia (CTC) no le parece razonable al 92% de los consultados por la organización.

La formación de precios no es fiable ni transparente

La confederación destaca que "un importante conjunto de consumidores" desconoce qué es el déficit tarifario, generado porque los ingresos de las eléctricas mediante factura son menores a lo que les cuesta prestar ese servicio, según los costes reconocidos por los sucesivos gobiernos. Dentro de los que sí lo conocen, "el 97,5% no está de acuerdo con que se haya reconocido este supuesto déficit, ya que el precio de la luz debería haberse ajustado a los costes reales", añade.

Para el 92%, el proceso de formación de precios de la luz no resulta ni fiable ni transparente, y el 83% de los encuestados considera que ese precio es muy superior a lo que debe costar un servicio básico e imprescindible.

Ceaccu señala que, en la actualidad, "buena parte de las familias paga más por la factura de la luz que antes del proceso de liberalización". Así, el 68% de los consultados afirma que ha aumentado el esfuerzo económico que tienen que hacer para pagar la luz.

Los últimos cambios del recibo, perjudiciales para el ahorro

Sobre el nuevo recibo de la luz diseñado después del fin de la subasta eléctrica, y basado en las cotizaciones diarias de la energía en los mercados mayoristas, el 88% de los encuestados no tiene conocimiento de los cambios que supone. Solo el 5,6% considera que es posible beneficarse de las ventajas alegadas por el Gobierno, entre las que mencionó la posibilidad de ahorrar con y modificando los hábitos en función de ello.

Por otro lado, nueve de cada diez encuestados opina que el menor peso del consumo en el recibo y el aumento del de la potencia contratada -cuyo precio se ha duplicado en el último año, según recuerda Ceaccu- "perjudica a las familias con necesidad de ahorro", ya que un descenso del consumo "no se verá totalmente reflejado en la factura".

Además, según esta organización, los consumidores no conocen bien el ahorro que pueden obtener rebajando la potencia contratada, ya que solo 3 de cada 10 consumidores saben que pagarán 4 euros menos en cada recibo por cada kilovatio que reduzcan.

El bono social también es un gran desconocido, ya que casi el 90% de los entrevistados no lo conocen y denuncian no haber recibido información adecuada sobre el mismo. Al explicarles los requisitos de acceso a ese bono de ahorro, "al 82% no les pareció bien que esas condiciones no cubran todas las situaciones de necesidad".

Aumento de los errores y las quejas por falta de información

Por último, el estudio subraya el aumento de los problemas entre consumidores y compañías eléctricas, sobre todo de los errores en la factura de la luz, que se han incrementado con fuerza desde 2008, al igual que las quejas por falta de información.

Además, a más del 90% de los encuestados no les parece razonable que se pueda cortar la luz por impago de un recibo, aunque éste esté equivocado. Así, por un lado, consideran que no se debería cortar el suministro en caso de pobreza energética, y por otro, que si se realiza una reclamación por disconformidad en una factura, "la luz no debería cortarse al menos hasta que se resuelva por parte de un órgano independiente".

Respecto a la labor de venta que realizan las comercializadoras, el 54% de los consultados que han recibido una oferta de alguna de ellas opina que "la información recibida fue confusa y el trato algo agresivo, con el único objetivo de que firmara cuanto antes sin pensar mucho en lo que supondría un cambio de compañía".