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España es el segundo país del mundo más endeudado con el exterior, según el FMI

  • En 2013, la deuda representaba el 103,1% del PIB, frente al 69,7% de 2006
  • EE.UU. lidera la clasificación global con 5,7 billones de dólares, el 34% del PIB
  • Los mayores acreedores del mundo en 2013 eran Japón y China
  • El Fondo destaca el superávit de la balanza por cuenta corriente española

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España es el segundo país del mundo con mayor deuda externa, que superó los 1,4 billones de dólares en 2013, solo sobrepasada por la de Estados Unidos, ha informado el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esta cifra supone el 103,1% del producto interior bruto (PIB) español, muy por encima del 69,7% del PIB que representaba en 2006.

Los datos han sido publicados en el informe sobre deuda y déficit globales del FMI, que antecede a su reporte, "Perspectivas Económicas Globales", que será presentado la próxima semana en Washington y en el que actualizarán sus previsiones en el marco de la reunión anual del organismo dirigido por Christine Lagarde.

Por su parte, EE.UU. lidera la clasificación global con 5,7 billones de dólares de deuda externa, aunque en su caso solo representa el 34% de su PIB.

Tras España, le siguen en la lista de deudores con el exterior Brasil, Italia, Austria, Francia, India, México, Turquía y Polonia.

Buena nota a la balanza por cuenta corriente

No obstante, el Fondo da una nota positiva a la situación de la balanza por cuenta corriente española, que ha pasado de contar con un abultado saldo negativo a registrar superávit.

Así, en 2006 el agujero ascendía a 111.000 millones de dólares mientras que en 2013 se transformó en saldo positivo y cerró en 9.050 millones de dólares.

Por el contrario, los mayores acreedores del mundo en 2013 eran Japón y China con un saldo positivo de activos externos netos de 3,06 y 1,69 billones de dólares respectivamente.

En general, el Fondo ha destacado que los desequilibrios globales en términos de comercio y flujos de capital se han visto reducidos en los últimos años, aunque ha puntualizado que se produjeron "en gran medida" como consecuencia de la baja demanda de los países con déficit tras la crisis financiera.