Las personas inmigradas que no tienen la nacionalidad española, en general, conviven con la incertidumbre vital de si podrán o no seguir con sus vidas en nuestro país.
Viven pendientes de si les renovarán o no los permisos de residencia y de si lograrán o no un permiso de trabajo. Siempre con el miedo de si tendrán que volver a sus países de origen, incluso teniendo hijos nacidos en nuestro país que son de aquí a todos los niveles. Son familias con el corazón partido, en muchos casos, porque también tienen hijos allí y su mayor sueño es poder reunir a toda la familia y crecer unidos. Pero para la reagrupación familiar también se han de cumplir ciertos requisitos que no son fáciles. El sufrimiento de estos padres y madres es evidente. Sobre todo en tiempos de crisis, cuándo encontrar un empleo resulta casi un milagro para cualquier ciudadano.
Por eso, estos ciudadanos del mundo se forman constantemente y asisten a cursos que les puedan ayudar a sumar puntos ante las administraciones y que demuestren su interés por trabajar y por integrarse en nuestra sociedad. A pesar de que muchos ya viven totalmente integrados, forman parte de nosotros con normalidad, pagan la seguridad social, consumen, sus hijos son amigos de los nuestros, buscan empleo si no lo tienen, participan de la sociedad como cualquiera de nosotros. Otros sobreviven como pueden como los africanos que venden pañuelos en los semáforos, por ejemplo. No se les caen los anillos por ganarse unos euros dignamente y lo hacen, casi siempre, con una sonrisa a pesar de los pesares.
He estado en ACCEM, una reconocida asociación implantada a nivel estatal que trabaja con y por las personas refugiadas e inmigrantes, sobre todo, y realiza multitud de cursos de formación para facilitar su integración en el entorno, entre otras muchos proyectos que tienen vinculados a la inmigración y al asilo.
Uno de ellos es el "Informe de Esfuerzo de Integración" que se establece en 2011 y con el que las personas de origen extranjero podrán acreditar su interés por quedarse en nuestro país y que será valorado por las instituciones correspondientes en caso de no acreditar el cumplimiento de alguno de los requisitos previstos para la renovación de la autorización de residencia y/o trabajo en España. Este informe tendrá como contenido mínimo la certificación de la participación activa de la persona de origen extranjero en acciones formativas. Conocemos en qué consiste este curso y qué personas acuden regularmente. Sus historias de vida y sus razones por lograr este informe.
