En primera persona   Los Castellers en acción 04/09/2014 24:15

En Cataluña no hay fiesta popular que se precie que no cuente con un Casteller. Una pirámide humana, un castillo cuyos fundamentos son las personas, que haga diferentes figuras. Visualmente es espectacular pero vivirlo desde dentro todavía resulta más impresionante porque participan familias enteras. La emoción está a flor de piel.

Desde los abuelos que suelen estar en la base, en el pilar o la pinya como se conoce en su argot, dando estabilidad a la torre para que los hijos suban y vayan construyendo pisos formando una estructura similar a un tronco, hasta la figura delniño o niña escorxador que se coloca a cuatro patas para que la anxeneta , la niña o el niño que coronan la cima del castillo puedan saludar y bajar poco a poco apoyándose en los cuerpos de quienes participan, piso a piso, hasta tocar el suelo. Luego se va desmontando la torre desde arriba hasta abajo y los adultos salen con la cabeza por delante por motivos de seguridad. 

Se cuidan todos los detalles, los niños van con cascos y los mayores que están en el tronco llevan unos pañuelos en la cabeza, igual que la mayoría de los que aguantan en la base. 

Mientras se construye la pirámide suena la música de las grallas, un instrumento de viento de tipo oboe popular, que sirve de guía a los castellers que están en la base o en la torre pero no ven el conjunto de la pirámide y no saben exactamente qué está pasando. La música, les indica cuando el niño o la niña llega arriba del todo o empieza el descenso, por ejemplo. 

Yo he estado con la Colla Castellera de Figueres que participó en las fiestas populares del pueblo de Dárnius en Gerona. Todo los vecinos se reunieron en una plaza para aplaudir las diferentes pirámides que fueron construyendo y disfrutar de este espectáculo.

No es una de las collas más antiguas porque empezaron en 1996 y hay algunas que tienen más de 200 años de historia como La Colla Castellera de Valls en Tarragona. No en vano, esta tradición catalana tal y como se conoce actualmente, se remonta a principios del siglo XIX y tiene su origen pagano en los campos de Tarragona y la comarca dle Penedés. 

Pero todas comparten los mismos valores. Se fomenta la seguridad en uno mismo, la confianza en los otros, la solidaridad, el espíritu de compartir y formar equipo porque en Los Castellers todos tienen el mismo valor, la misma importancia y todas las manos son bienvenidas. Cuántas más personas sean, más seguras y más altas pueden ser las pirámides humanas. 

 

 

 

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