Me acerco al campo de fútbol que ahora gestiona la asociación gitana Los Vencedores en uno de los barrios más estigmatizados, humildes y con mayores problemas sociales de la ciudad de Sevilla. Se trata de las 3.000 Viviendas donde son muchas las familias que se buscan la vida como pueden para llevar un trozo de pan a casa. Y los que más sufren esta situación son los niños y adolescentes. Por eso, Los Vencedores han apostado por su gente, por sus vecinos y por el barrio. Pero ante todo, tienen claro que hay que fomentar una educación en valores con los jóvenes, sacarles de las calles y las plazas de hormigón a través del deporte, como me cuenta Pedro Molina que se gana el sueldo gracias a su puesto en los mercadillos. Hace años que desde la asociación luchan por integrar a los chicos en otros ambientes más sanos y hacerles ver que el colegio es importante porque el absentismo escolar en la zona es muy alto y los padres no se implican en la formación de los niños
Y estos días están felices porque el campo de fútbol les da mucho juego y hace tan sólo unas semanas que lo tienen. Los chicos están entusiasmados con el equipo de fútbol y los entrenamientos con el Tío Morris, como llaman al entrenador. Aquí muchos son familia de sangre, otros no pero todos se dirigen con respeto a los voluntarios que también son sus referentes a muchos niveles. Los Vencedores son casi todos del barrio, conocen los códigos de la zona y de la comunidad gitana. Son conocidos y su labor trasciende al campo de fútbol porque también tienen un banco de alimentos, cursos de alfabetización para adultos o un gimnasio. Pero no tienen recursos y por eso ahora van a iniciar una campaña de crowdfunding que les ayude a mantener todos los proyectos.
