En primera persona   Algunas tenemos la garganta arañá de tantas tostadas 29/09/2015 25:41

Llego al centro cívico El Esqueleto en el Polígono Sur porque aquí se reunen decenas de mujeres que cada día por la mañana llegan con su carrito de la compra lleno de táperes vacíos que se llevarán llenos de comida que ellas mismas han cocinado para sus familias.

Son familias que sobreviven a duras penas y no tienen para ir al mercado o al súper y comprar. Una de ellas lo resume muy bien: "Algunas tenemos la garganta arañá de tantas tostadas". Por eso, acuden a la cocina que les ha cedido este centro y preparar el menú del día gracias al Banco de Alimentos y a la fruta de Mercasevilla.

Inma es el alma de este Movimiento Mediador que es la Asociación Chalavipen Mashkarno en caló porque la mayoría son gitanas. Ella fue víctima de violencia de género y de pronto se vio sola con unos niños a los que dar de comer. Sabe lo que significa decirles que "hoy no hay nada para cenar" pero salió adelante. Ella pudo y ahora otras mujeres también están pudiendo gracias a la cocina solidaria que puso en marcha hace ya 6 años con la ayuda de un equipo de mujeres coraje también, voluntarias que cada día acuden al centro para orientar y organizar el menú de las más de 400 personas que se alimentan gracias a este proyecto.

Pero cada día son más las familias en lista de espera que sueñan con acceder a la cocina solidaria. La carne y el pescado no forma parte de la dieta en este barrio desfavorecido y con un altísimo nivel de paro en Sevilla. Sin embargo, el humor ayuda a estas mujeres a no caer en la desesperación cuando cuentan que "le enseñamos el hueso al caldo las veces que haga falta". Son mujeres que se saben organizar y tienen mucho que aportar porque están acostumbradas a resolver y ser efectivas para que les cunda lo poco que tienen más y mejor. Están buscando trabajo y les encantaría poder ir al mercado con su carrito a comprar.

La Asociación Movimiento Mediador conoce bien las necesidades de estas familias y aprovecha las mañanas cocinando para buscarles un empleo, informar a estas mujeres de las ofertas que hay de cursos que les pueden interesar o enseñar a escribir a quien no sabe.

Reclaman un local dónde poder realizar todas las actividades y una furgoneta para poder recoger toda la fruta y verdura que les dona Mercasevilla. Hoy por hoy, Inma va con su coche que tiene más de 20 años y se lleva lo que puede. Una lástima porque esos alimentos tienen muchas bocas esperando, niños sobre todo.

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