Pablo Ordaz, El juicio sin final. 52 días de pulso al Estado

(Entrevista de Manuel Sollo). Entre campañas electorales, una de las cuestiones que mantienen en vilo a las instituciones del Estado y, en general, a toda la sociedad española es la inminente sentencia del Tribunal Supremo sobre el juicio del procés. Aquella vista, que comenzó el 12 de febrero de 2019, sentó en el banquillo a gran parte de la cúpula del secesionismo catalán. Se juzgaba la celebración del referéndum del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia. Durante cuatro meses, el periodista Pablo Ordaz escribió el relato diario en El País, ahora recogido en el libro "El juicio sin final. 52 días de pulso al Estado" (Círculo de Tiza). Sin la tensión de la estricta actualidad, el autor elevó el relato de aquel enfrentamiento jurídico de dos mundos a crónica perdurable, desde una intachable mirada ética. Así lo refleja en su prólogo Antonio Muñoz Molina, quien advierte que hemos estado al borde del desastre irreparable. Menos optimista quizá, Ordaz concluye que esto no ha hecho más que empezar. Todo dependerá si hubo delito o no, y, si lo fue, si constituyó una rebelión o una sedición. Aquí nos lo explica.